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El riojano Ocón Arráiz, decisivo en ‘la noche del VAR’ entre Rácing y Cádiz

El videoarbitraje (VAR) ha llegado esta temporada a la Segunda División y, al igual que ocurriera el pasado año en Primera, no deja a nadie indiferente. Unos lo aman y otros lo odian, pero lo que está claro es que ha cambiado la forma de ver el juego. El riojano Daniel Ocón Arráiz se encargó de arbitrar el Racing-Cádiz de este viernes en la sala de esta tecnología y vaya si tuvo trabajo. Sus decisiones fueron clave en el partido, que finalizó con victoria por  1-2 de los andaluces pasado el minuto 100 de encuentro.

Corría el minuto 52 cuando los gaditanos anotaban su segundo tanto, por medio de Álex Fernández. Ocón Arráiz avisó al trencilla principal (Iglesias Villanueva) de que debía revisarlo y así fue. Tras algunos minutos de deliberación, el cuerpo arbitral lo anuló por fuera de juego de un atacante, que impedía la visibilidad al guardameta. Acción muy difícil de determinar.

Media hora más tarde, con 0-1 en el marcador, saque de esquina para los montañeses y posible mano dentro del área. Revisión y pena máxima. David Rodríguez falló el lanzamiento, también el rechace y ahí llegaba Barral para mandarla a la cazuela con virulencia. Buena parte de la grada se sentía agradecida al VAR. Pero esta máquina no entiende de pasiones o de sufrimientos. Implacable, iba a dejar hundida a una grada ilusionada.

Minuto 97, el último de los que se habían añadido. El Cádiz buscaba la victoria con ahínco y se produjo otra acción dentro del área. Posible mano. Ocón Arraiz avisó a Iglesias Villanueva y este acudió a la pantallita. 98,99, 100… lanzamiento fatídico transformado por los visitantes y final del encuentro. Adiós a uno de los tópicos más tradicionales: con VAR, el fútbol ya no dura 90 minutos (ni se le parece). No en vano, el propio Cádiz titulaba su crónica oficial como ‘La noche del VAR‘.

Lo curioso es que el técnico cadista, Álvaro Cervera, y el racinguista, Iván Ania, se pusieron de acuerdo en criticar el videoarbitraje, subrayando que “es más justo, pero hace que se pierda la salsa del fútbol”.

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