La Rioja

Concha Andreu, la primera de su nombre; rompedora de techos de cristal

La Rioja tiene al fin, por primera vez en su historia, a una mujer al frente de su estructura jerárquica. No ha sido tarea fácil eso de romper el techo de cristal y abrir un paréntesis en el heteropatriarcado a la riojana. Concha Andreu ha sufrido Dios y ayuda para obtener los respaldos necesarios y escalar a al Presidencia.

Porque lo que aquella desenfrenada noche socialista del 26 de mayo se presentaba como un tobogán al Palacete acabó convirtiéndose en un tortuoso camino en el que -he aquí otra barrera histórica que salta por los aires- las negociaciones entre tres mujeres han determinado el futuro político de La Rioja durante los próximos cuatro años.

Con Calahorra convertida en el Desembarco del Rey de Juego de Tronos (el delegado del Gobierno, José Ignacio Pérez; y el presidente del Parlamento, Jesús María García, son calagurritanos), a la ciudad bilimenaria solo le faltaba una última conquista; romper definitivamente las cadenas en la gran batalla por el trono de hierro del Palacete.

A sus 52 años, Concha Andreu se ha convertido este martes en la octava líder del Ejecutivo autonómico (tras Luis Javier Rodríguez Moroy, Antonio Rodríguez Basulto, José María de Miguel, Joaquín Espert, José Ignacio Pérez Sáenz, Pedro Sanz y José Ignacio Ceniceros). Tal vez su condición de enóloga (es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca, con máster en Viticultura y Enología por la de Zaragoza) haya influido en su ascenso al puesto más alto de la Administración autonómica, por aquello de sortear las vicisitudes que aparecen en el camino.

La noche electoral del 26-M en La Rioja | Foto: Riojapress

En su breve trayectoria política -es diputada desde hace ocho años- le ha tocado sortear el pedrisco más agresivo del ‘sanzismo’, mantener con vida un partido azotado por una helada sin precedentes en su pasado más reciente -librando en algún momento el mildiu que siempre asoma en horas bajas- y encontrar el momento óptimo para vendimiar las alianzas necesarias para lograr el hito histórico que este martes se ha materializado.

El mérito en los triunfos siempre es compartido y Andreu ha sabido dejar en un segundo plano las diferencias dentro y fuera de la sede de Martínez Zaporta para ahondar en los nexos que han hecho posible lo que para la izquierda riojana era poco menos que un sueño húmedo hace un par de telediarios.

Las llaves del Palacete ya están en su poder y suya es la dirección técnica de esta nueva etapa en la política riojana. En su mano está que esta nueva añada, además de histórica, acabe convirtiéndose en Excelente.

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