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Tú al Camp Nou y yo a La Planilla: la historia de los hermanos Fati

Fuente: FC Barcelona

Braima Fati (Guinea Bissau, 3 de agosto del 1998) juega en el Calahorra, pero no es un futbolista cualquiera. Su hermano menor, Ansu, debutó este domingo con el FC Barcelona en el Camp Nou frente al Betis, ¡con solo 16 años! Estuvo apenas diez minutos en el césped, pero dejó unas sensaciones magníficas. Descaro, desborde y atrevimiento impropios de su edad. El tiempo dirá si puede llegar a la élite. “Yo mismo me sorprendo de la mentalidad que tiene”, declara el jugador rojillo.

El 25 de agosto será una fecha inolvidable para la familia Fati. Todos ellos presenciaron desde las gradas un momento inolvidable. El segundo jugador más joven en debutar con la camiseta del Barcelona: “Para la edad que tiene mi hermano está muy centrado. Le veo muy bien rodeado y sí que hemos recibido muchas llamadas. Estoy muy sorprendido con su rendimiento y espero que siga así”.

La vida de esta familia no ha sido nada fácil. De orígenes guineanos, Braima llegó a España cuando tenía once años. Su familia decidió establecerse en Herrera, un pequeño pueblo de Sevilla: “Tuvimos capacidad para adaptarnos a cualquier cosa”. Hijo de Bori Fati (ex-futbolista profesional) y María de Lourdes Vieira (futbolista aficionada), su pasión por el esférico le viene de herencia.

Braima juega como extremo y pertenece en la cantera del Barça. Tras sucesivas cesiones (Sabadell, Vilafranca o Patro Eisden belga), jugará de préstamo esta temporada con el bloque riojabajeño: “Creo que apuestan por los chavales, aquí no miran el DNI, y eso es lo que me atrajo de este equipo”. Ambicioso, espera darlo todo en el bloque de Miguel Sola: “Vengo aquí a comerme el mundo, jugar y dar el máximo”.

El rojillo llegó al fútbol base del Sevilla en 2011, pero dio el paso al Barcelona ese mismo año, casi a la vez que su hermano menor. Inconformista, no se rinde y valora muy positivamente la hazaña de Ansu: “Mi situación es mucho más complicada, pero nunca hay que rendirse. Yo he estado allí y sé lo que cuesta debutar y más siendo juvenil de segundo año, tiene un mérito increíble, pero quiero luchar y quién sabe dónde puedo llegar”.

Tras jugar incluso minutos en la Youth League (Liga de Campeones de juveniles), salió de La Masía para jugar en Segunda B a los 19 años: “No fue una buena experiencia, no te voy a engañar. Pero creo que de todo se aprende, he aprendido muchas lecciones y espero que me sirva”. Lleva muy pocos días en el elenco de La Planilla, pero se muestra muy ilusionado: “Estuve el otro día viendo al equipo contra el Real Unión, me encantó el equipo y la afición y creo que podemos aspirar alto”.

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