Los melocotones, nectarinas, paraguayos o albaricoques riojanos, conocidos por su gran calidad, no resultan rentables para sus cultivadores. Por este motivo, la superficie dedicada a melocotón ha descendido de las 732 hectáreas de 2006 a las 416 registradas actualmente.
Así lo ha denunciado este viernes COAG-UAGR, que asegura que “no es de extrañar” este abandono del cultivo “si durante los últimos años los precios que perciben los fruticultores riojanos se sitúan en torno al coste de producción, unos 35 céntimos el kilo”.
El círculo vicioso no termina ahí, ya que “tampoco el consumidor se beneficia de estos bajos precios que sufre el agricultor: si en 2006 el melocotón aumentaba su precio en un 208% entre el campo y la mesa, este mes lo hace un 477% más. Así, mientras que el productor cobra 35 céntimos, en las tiendas el precio medio que se paga por un kilo de melocotones está por encima de los dos euros”.
Por su parte COAG (Coordinadora de la que forma parte la UAGR) ha realizado un balance de la primera mitad de la campaña estatal de fruta de hueso, con un resultado “desolador” para los productores.
“Supone una vuelta de tuerca más. Los productores de fruta, ‘financiando’ la nueva estrategia de las cadenas de distribución: fruta más barata desde el inicio de la campaña de verano (mayo) para que ese suelo marque la tónica en los meses restantes y les facilite ganar cuota de mercado en frescos respecto al comercio tradicional”, denuncia el responsable del sector de la fruta dulce del sindicato. De esta manera, “se pierde el denominado ‘efecto de entrada’ y la rentabilidad de las zonas de producción más tempranas que solía ser habitual, por no hablar del resto de zonas que entran en el mercado cuando se generaliza la campaña”, añade David Borda.
Si se analiza el diferencial de precio entre el árbol y la mesa, podemos observar cómo en lo que va de campaña 2019, el margen medio origen-destino nacional se ha situado en un 538% para melocotón y un 543% para nectarina, con niveles máximos en el mes de mayo de 633% y 643%, respectivamente. Diferenciales claramente por encima de la media de las últimas 5 campañas. “Es decir, no están trasladando al consumidor en toda su magnitud la bajada de precios que sí están aplicando al agricultor”, ha puntualizado el responsable de fruta de COAG.
Malas perspectivas
Tras varios años en los que los precios a los agricultores en las distintas zonas de producción se han situado por debajo de los costes de producción, provocando la venta a pérdidas y llevando al abandono de explotaciones familiares, la situación actual es muy complicada y las perspectivas para afrontar futuras campaña son muy negativas por falta de liquidez y el alto nivel de endeudamiento.
“Se está acelerando un cambio de modelo en nuestro sector frutícola. Los grandes inversores y capitales ajenos al agro, que han aterrizado en este sector como un elefante en una cacharrería, quieren quitarse de en medio cuanto antes a las pequeñas y medianas explotaciones familiares para que no entorpezcamos el desarrollo de su hoja de ruta y sus ansiados dividendos”, ha lamentado David Borda.
