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César Caneda: “Soy un privilegiado, entrenar cada día es mi ilusión”

César Caneda (Vitoria, 10 de mayo de 1978) es el ‘abuelo’ del fútbol español, pero por el momento no tiene ninguna intención de jubilarse. Comenzó su carrera en el Aurrerá de Vitoria en 1995, y en 2019 tiene cuerda al menos para un año más. Ha defendido las elásticas de doce equipos diferentes y las ha visto de todos los colores (Primera, Segunda, Segunda B). Ha llegado a jugar la Champions, pero también se ha encontrado con la decepción de cuatro descensos.

Su evolución ha sido también la del fútbol en más de dos décadas. De los ‘carruseles’ y los campos embarrados al fútbol moderno, con televisiones, poses en Instagram y redes sociales. De los ‘looks’ más clásicos a los peinados más variopintos. La evolución de la sociedad aplicada al 105 x 70. Una metamorfosis completa en la que Caneda trata de mantener la esencia: su amor por el balompié que le hace seguir batiendo todos los récords de longevidad.

Profesional con mayúsculas

Logroño, un día cualquiera en un entrenamiento más. A su edad, otros podrían tomárselo con más calma, pero no es su caso. 41 primaveras le contemplan, pero la edad sólo es un número. Lucha como el que más, muestra una gran precisión con el balón en los pies y es muy seguro al cruce. Su único debe, lógicamente, es la velocidad. Pero más allá de eso, ejerce como un auténtico líder y muestra la ilusión de un juvenil.

“Me siento privilegiado, esta es una profesión preciosa y es mi ilusión, despertarme cada mañana, entrenar y pasar un rato con mis compañeros”, explica el vitoriano. Este jugador casi nunca se lesiona (toquemos madera): “Es un factor de suerte, pero también me alimento bien, me cuido y hago otras cosas”. Sentado en una silla, su mirada denota sabiduría. Es un tipo especial, de eso no cabe duda.

Sobre su relación con los jóvenes a lo largo de su carrera, explica: “Hay algunos que intentan aprender y otros que pasan de ti, dentro de un grupo hay gente de todo tipo. Yo intento ayudar a la gente que quiere que se le ayude. Les intento transmitir aspectos relacionados con el cuidado, porque los resultados no salen o porque no participan demasiado en este momento. Lo he vivido, sé lo que se siente”.

Veinticinco años en la élite dan para mucho, y para Caneda el fútbol ha ido a mejor: “La gente se prepara más y se cuida muchísimo. Ahora hay gente en las máximas categorías en Europa con 30 y 35 años dando lo máximo”. El defensa explica que el ritmo de los encuentros ha subido y cree que habrá más casos como el suyo en el futuro: “En Primera, Europa y Segunda División es más difícil llegar, pero en categorías como la Segunda B se puede ser longevo”.

Pies en el suelo y muchos recuerdos

El vasco comienza una nueva temporada y muestra la sensatez del que tiene el ‘culo pelado’: “Ponernos objetivos ahora es tontería, es intentar vender algo que no es real. Podemos hablar de playoff, pero eso será a partir de mayo. Tenemos que hacer un grupo, estar unidos y saber que van a llegar las derrotas y que van a llegar las victorias”. También pone énfasis en lograr una comunión con la grada y aprender de los errores.

También echa la vista atrás y recuerda los escalones rotos en el camino a Segunda: “Los goles en Alicante nos lastraron bastante. Son pequeños detalles, ahora queda aprender y esperar que nos valga y seamos conscientes de lo que hay en juego”. Caneda es un auténtico manantial de experiencias: “En todos los sitios tengo muy buenos recuerdos, intento ser una persona positiva y quedarme con muchos momentos y amigos”.

Y agitando más el baúl de los recuerdos, nunca olvidará su gol al Espanyol que metió al Mirandés en semifinales de Copa. ¡Cómo hacerlo, si media España celebró aquella gesta!

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