La Rioja

El pan y el queso vuelven a reinar en Quel: “Esto será por siempre jamás”

El pan y el queso vuelven a reinar en Quel: “Esto será por siempre jamás”

El pueblo de Quel ha celebrado este martes la 540 edición del ‘Lanzamiento de Pan y el Queso’ desde el balcón de la Ermita del Santo Cristo de la Transfiguración. Desde primera hora de la mañana, los queleños ya desafiaban al sol ascendiendo la cuesta hacia su ermita y han ido congregándose bajo los arcos del edificio sagrado.

Alegría y jolgorio de un pueblo en fiestas, todos expectantes a que el reloj marcara la hora del original reparto. Entre tanto, las gentes, vecinos de la localidad de la Rioja Baja y forasteros se divierten.

De punta en blanco, ataviados con el traje regional encontramos a Ainara, Jorge y Víctor, seleccionados por sus quintos como sus representantes en los eventos de esta festividad. “Un honor y un orgullo”, así definen los tres jóvenes su papel. En cuanto a su acto predilecto, Jorge y Víctor responden al unísono: “El chupinazo”.

Ainara se decanta por el ‘Lanzamiento de Pan y el Queso’, en el que pone en práctica sus trucos para conseguir hacerse con la comida entre tanta gente: “Hay que mirar al suelo, ya que todo el mundo está concentrado en cogerlos al vuelo desde arriba”, apunta la joven queleña.

Ainara, Jorge y Víctor no son los únicos que lucen trajes regionales. Entre la multitud encontramos a unas danzadoras de Alberite, acudiendo a la cita desde hace cinco años, según indican. E igual de impolutos, se encuentran uniformados de blanco la Charanga Strapalucio, llegados desde Aldeanueva del Ebro.

El almuerzo antes del Lanzamiento

En conmemoración al día de hoy, la Cofradía del Cristo de la Transfiguración – también conocida como la del Pan y el Queso- almuerza en el interior de la Ermita junto a diversas autoridades políticas, minutos antes de lanzar desde el balcón sus preciados alimentos.

En uno de los rincones de la mesa, los cofrades Jesús de Arcicha, Galo Erce, Rogelio Sigüenza y Pedro Benito Sigüenza disfrutan del tradicional almuerzo a base de pimiento rojo crudo, queso, bizcocho y vino en el que disuelven azúcar, energía extra para aguantar las fiestas. “Es un almuerzo muy sencillo, testimonial, lo único que tiene de especial es la tradición que la llevamos guardando desde hace 540 años”, señala Arcicha.

Tras ellos se encuentras las cajas que guardan los alimentos a defenestrar, sesenta kilos de queso de roncal y 2.500 panes. “-¿Alguna vez os habéis quedado cortos?”-  “Si, sino acabamos nunca”, ríen. ” Bueno, yo creo que para el público que viene es suficiente, solo hay que ver las bolsas que llevan”, aclara otro de los cofrades. “Esto será por siempre jamás”, dice agradecido a su Cofradía uno de los miembros.

Almuerzo en el interior de la ermita. | Fuente: Amaya Garrido.

Alrededor de las doce, una vez finalizado el aperitivo, los cofrades se han dispuesto a lanzar primero el pan -alrededor de 2.000 bollos- con una fuerza, velocidad y trayectoria dignos de un campeón de jabalina, mientras abajo los queleños saltan y gritan para conseguir hacerse con su parte.

Entre los vecinos – guardándose el pan entre la ropa unos y haciendo equilibrios con las barras conseguidos otros- destaca el pequeño Joel, que alejado de la multitud, enseña orgulloso su tesoro: nada menos que cinco panes. Mientras cuenta su hazaña, un cofrade anuncia la segunda parte del lanzamiento. “¡El queso, el queso!”, ríe emocionado, y se aleja corriendo dispuesto a hacerse con su botín.

Subir