Para ciertas generaciones Peroblasco es ya “ese pueblecito de La Rioja Baja que tiene una fiesta del humo de colores, que sale por las chimeneas”. Y es que 31 años celebrando dicha fiesta son muchos años. Más de tres décadas de reinvindicaciones que hoy giran en torno al estado de la iglesia, el cementerio y el puente, entre otros.
Como en todo, con un origen: un grupo de jóvenes que hoy, un poco menos jóvenes, siguen moviendo esta localidad riojabajeña. Y este sábado han vuelto echar humo, pero de colores. Las chimeneas se han teñido para dar muestra de que hay vida en ellas y en torno a un variado programa lugareños y visitantes han pasado una buena jornada. Misa con el patrón, San Sebastián, y procesión juvenil a su figura santa alternativa: San Bocata, como actos más ‘clásicos’.
Pero, también, espacio para otros menesteres como los concursos de pinchos y tortillas, el campeonato de Mus, la música en un recital de canciones de los Beatles, así como el espacio para el arte plástico en la exposición de acuarelas de Oscar Duarte, por ejemplo.
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