El planeta contuvo la respiración el pasado mes de abril con las informaciones que llegaban desde el corazón de París. Uno de sus elementos más icónicos –con permiso de la torre Eiffel– fue pasto de las llamas y desde todos los rincones del mundo se ofrecieron inversores altruistas dispuestos a aportar sumas monetarias para devolver a su estado original a la catedral más famosa del globo.
A muchos de esos benefactores se les sigue esperando porque del dicho al hecho hay siempre un buen trecho, pero de una forma mucho más silenciosa una empresa de Santo Domingo de la Calzada está contribuyendo a que los técnicos y operarios que tratan de recuperar Notre-Dame puedan trabajar con todas las garantías de seguridad.
La compañía en cuestión es Juba Safety Evolution y está especializada en la elaboración de los trajes y guantes de seguridad que se enfundan, entre otros, el arquitecto jefe de las obras y el ministro de Cultura galo, tal y como puede apreciarse en la imagen que ilustra esta información. La captura pertenece al ‘Journal 13h00’, el informativo del segundo canal público de la televisión francesa.
“Para nosotros fue una sorpresa cuando nos hicieron llegar esas imágenes y vimos que vestían nuestra ropa”, señalan desde la compañía calceatense, que detalla que sus productos han llegado a la obra más importante de Europa en estos momentos “a través de uno de nuestros distribuidores europeos”. El contrato, según indican, asegura hasta que los trabajos hayan concluido la provisión de dos artículos concretos: los buzos desechables ‘Steelgen’ y los guantes ‘KSPU100’.
Protección química
Según las explicaciones facilitadas por Juba a NueveCuatroUno, “todo el personal que lleva a cabo la reconstrucción de la catedral se equipará el buzo desechable para protección química, ya que durante este proceso pueden aparecer agentes infecciosos que pongan en peligro la salud del trabajador”.
En cuanto a la protección para las manos, “el guante que hemos provisto no tiene costuras y facilita un tacto y una flexibilidad excelentes, ideal para trabajos en ambientes húmedos y engrasados”. Para la compañía de Santo Domingo –donde se encuentra, curiosamente, la catedral más representativa de La Rioja– su aportación no solo representa un orgullo, sino también “un caso de éxito que demuestra la calidad de nuestros productos destinados también para los trabajos más exigentes”.
