La UD Logroñés continúa su preparación de cara a la próxima temporada. Sesión dura y larga para todos los protagonistas este miércoles por la mañana. El técnico Sergio Rodríguez y sus ayudantes han convocado a sus hombres para las 9,30 horas. Lo primero, más de media hora de gimnasio y trabajo físico para ponerse a punto. Cada vez queda menos para el debut de la pretemporada, que será en Rincón de Soto ante el River Ebro este sábado (19 horas).
A las 10,10 horas, veintidós jugadores han saltado al verde del Mundial 82. La idea sigue estando clara: el balón como centro de todas las operaciones. Rodríguez ha insistido en abrir el campo, desdoblar laterales y extremos y salir con el balón desde atrás: “Hay que ser difíciles”. A todo ello debe acompañarle una dosis de intensidad, presión sobre el rival y verticalidad. Una mezcla para construir un equipo ganador, que aspira a ser referencia en la categoría.
A pesar del poco rodaje, se observa un bloque bien cohesionado. En estos primeros días, el aspecto personal es crucial para la evolución del grupo. Un equipo se compone de una suma de egos y personalidades distintas que el entrenador tiene que saber controlar. Además, es importante que los recién llegados se enfrasquen pronto en la dinámica del equipo. Y esa será la labor de los Santos, Paredes, Ñoño y compañía; seguir haciendo del vestuario una auténtica familia.
Todo ello sin olvidar el aspecto deportivo. En este aspecto, cada uno de los integrantes de la plantilla se ha dejado la piel. “La posición es lo importante”, ha gritado el técnico, tratando de plasmar sobre el césped su idea de juego. En resumen: táctica, técnica, físico y relaciones personales van de la mano. De poco vale que un jugador sea el mejor en el campo si posteriormente no es capaz de tener una buena relación con sus compañeros.
Jon Errasti ha sido uno de los más destacados del entrenamiento y no ha dudado en ser el primero en tirarse al piso cuando ha sido menester. Por la diestra, Javi Álamo se ha mostrado muy activo y se ha ofrecido constantemente a sus compañeros durante el partidillo. El canario está formando una importante ‘sociedad’ con Miguel Santos, ya que ambos comparten flanco de actividad y conversaciones durante el ejercicio. Ambos podrían ser una dupla letal si se compenetran.
Y con respecto a la ‘vieja guardia’, César Caneda es el rey. El liderazgo del vitoriano está sobradamente demostrado en cada sesión de entrenamiento. Su actitud, su calidad con el esférico y su profesionalidad están fuera de toda duda. Y para muestra, un botón: ha sido el primero en recoger los útiles del entrenamiento y de los últimos en marcharse del campo. Es uno de los capitanes porque además de dar el cien por cien en el campo resulta decisivo en el vestuario.
