La Rioja

“Los jóvenes están implicados, el voluntariado les toca el corazón”

El primer campo de trabajo para jóvenes  impulsado por Cáritas La Rioja ha llegado a nuestra comunidad este mes de julio bajo el nombre de ‘Eretz’ (Tierra).

Impulsada conjuntamente con el Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil de La Rioja, esta iniciativa colabora con seis entidad sociales diferentes ubicadas en Logroño: Residencia Santa Justa, Proyecto Hombre, Cocina Económica, CEOSIC (El Centro Educativo de Orientación y Seguimiento para la Inclusión Comunitaria), APIR (Asociación Pro Infancia Riojana) y Asprodema.

“Dentro de Cáritas La Rioja teníamos un especial afán con realizar un voluntariado juvenil y vimos que en otras comunidades autónomas Cáritas realizaba estos campos de trabajo; entendimos que era una buena manera para suscitar ese interés por el voluntariado entre los jóvenes”, ha explicado Rebeca Heredia, responsable del programa.

Así, un total de dieciocho jóvenes de un rango de edad de 17 a 25 años, trabajan con personas con diferentes necesidades en la comunidad: personas mayores, infancia, lucha contra las adicciones, discapacidad y riesgo de exclusión social.

‘Heretz’: primer campo de trabajo para jóvenes en La Rioja.

Para poder llegar a cubrir  todas las áreas los voluntarios, como explica Heredia, se han dividido en grupos y se les ha destinado a una entidad en concreto según sus preferencias e intereses: “Hemos intentado unir las necesidades de una entidad con los intereses de un joven, creo que ha resultado una simbiosis muy buena”.

Las labores comenzaron a desarrollarse el pasado domingo y finalizarán este sábado, esta primera experiencia de Eretz está resultando enriquecedora tanto para los que prestan su ayuda, como para los que lo reciben. En palabras de la propia Heredia: “los jóvenes están muy implicados en las actividades, el voluntariado les está tocando el corazón, que era de lo que se trataba. Yo creo que el objetivo se está cumpliendo de sobra”.

La solidaridad más joven

Todos los voluntariados se realizan por la mañana, como ha explicado la coordinadora del programa, aunque en cada entidad los jóvenes comienzan su jornada a una hora diferente. Lo que sí hacen todos los voluntarios y lo que considera Heredia muy importante es que en cada entidad, los jóvenes comparten mesa a la hora de comer con las personas a las que ayudan, lo que sirve para conocerse mejor y establecer lazos.

Por la tarde, después de un tiempo para la siesta, se realiza un seminario “en el que se pone en común las vivencias de la mañana y de ocio”, ha explicado Heredia, detallando que “a la noche ya pasamos a hacer otras actividades lúdicas”.

“Un día vienen con mucha alegría y otro día vienen tristes”, explica la trabajadora de Cáritas respecto a estos dieciocho voluntarios, “En general es una experiencia muy gratificante, pero algunos días conectan con algo que han visto o les han contado que les entristece. El voluntariado es un torrente de emociones”.

En cuanto a lo que significa la participación de estos dieciocho jóvenes en Cáritas La Rioja, donde la mayoría de sus voluntarios es gente de avanzada edad, Rebeca Heredia ha querido señalar que uno de los objetivos del programa era descubrirles que como jóvenes podían realizar un voluntariado. “Mucha gente se plantea ‘¿los jóvenes son menos o más solidarios?’ yo creo que todas las personas son solidarias”, reflexiona Heredia. “Otra cosa es cuando esa faceta solidaria está más despierta o más dormida, pero siempre está ahí”. Además, ha señalado, que para la gente usuaria de las entidades en las que hacen su labor, tratar con gente joven les provoca un “extra de motivación”.

“Yo creo que una de las  funciones de Cáritas es ver cómo un joven despierta su interés por hacer un voluntariado y darle su espacio. Porque sus tiempos no son los mismos que los de una persona jubilada con experiencia personal y profesional”, ha explicado. “Si queremos impulsar esos valores de compromiso y solidaridad entre los jóvenes tenemos que adaptarnos a su realidad”, concluye.

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