En una votación democrática la coalición de Unidas Podemos obtuvo dos escaños en el Parlamento de La Rioja. El PSOE necesita dos votos para la mayoría absoluta. No hay manera. La aritmética parlamentaria nos muestra una situación de dieciséis votos a favor de Andreu, y diecisiete en contra. Un solo voto puede hacer cambiar cualquier decisión que quieran adoptar los 33 electos.
Al inicio de la legislatura había un pacto para unir quince más dos, los votos de PSOE y Unidas Podemos. Ahora la coalición de izquierdas, haciendo lo contrario que señala su nombre, se ha disgregado. Una parlamentaria apoya a Andreu, y otra exige entrar en el Gobierno. Si yo fuera la señora Andreu no pactaría sólo con una de las dos parlamentarias de la coalición electoral. Creo que hay que negociar con las señoras Moreno y Romero, a la vez. Sólo con el compromiso de dos apoyos parlamentarias se puede exigir entrar en el Gobierno. Lo contrario, nos puede llevar a que se reedite la situación de dieciséis contra diecisiete, pero con el disputado voto de la señora Moreno, que no está negociando su entrada en el Gobierno.
Raquel Romero ha citado a Esopo y la fábula de la zorra y el cabrón para ilustrar su negativa a apoyar la investidura de Andreu.
La historia es algo así como que una zorra cae en un pozo y no puede salir. Convence a un cabrón para que baje a beber el agua, y ambos quedan en el fondo del pozo. La zorra convence al cabrón para que apoye sus patas delanteras, y los cuernos en la pared del pozo a fin de que la zorra trepe y salga. Una vez fuera, la zorra debería ayudar al cabrón a salir, pero lo deja tirado en el fondo del pozo.
Me pregunto quién es quién. ¿Está llamando zorra a la señora Andreu?, y el cabrón sería el partido de Podemos que queda tirado en el fondo del pozo. ¿La zorra es la señora Romero? y el cabrón sería el PSOE que se queda tirado en el fondo del pozo. No lo ha explicado.
Asegurando un solo voto a cambio de una Consejería, el PSOE no sabe si volverá a caer en el pozo, o si tendrá que engañar a otro cabrón; según cambien los roles de Esopo. La estabilidad necesita dos votos.
Lo que está claro, a mi juicio, es que, a día de hoy, el cabrón es el pueblo riojano. Ese sí que se queda tirado, después de aupar a la zorra al parlamento.
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