La Justicia ha condenado a una capitán auditor de la Guardia Civil a la pena de diecinueve meses de cárcel por enviar cartas amenazadores a diferentes políticos, entre ellos al riojano Alberto Garzón.
En ellas, el condenado se hacía pasar por uno de los golpistas del 23-F y amenazaban con repetir una acción militar ante el auge de Podemos. En la condena, los jueves le acusan de falsificar documentos privados, al falsificar la firma del coronel Vicente Javier Carricondo, al que debe indemnizar con mil euros.
El capitán auditor condenado está destinado en Santa Cruz de Tenerife y envió las misivas en el año 2015, fechándolas el 23 de febrero como alusión al golpe del 23-F. Según el texto de la sentencia, el condenado mantuvo una disputa por un expediente disciplinario con el coronel al que falsificó la firma.
Entre los destinatarios de sus cartas amenazantes se encuentran -además de Alberto Garzón- el exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el excoordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara.
“La noche más negra”
En la carta dirigida a Fernández Díaz, el condenado no descartaba “llevar a efecto mi primer deber como soldado, tal cual es reconducir ‘manu militari’ la dirección del actual Gobierno de España, que se ha revelado desde todo punto de vista inepto e incapaz de hacer frente al momento histórico por el que pasa la Patria”.
Respecto a la que hizo llegar a Garzón, le indicaba que “si llega al poder se desatará la noche más negra sobre la España que queremos y tanto hemos defendido”, por lo que “no dudaré en echar mano de todos los medios, incluyendo las armas, para impedir que los que como ustedes puedan alzarse con la victoria en mi país”.
Se me había pasado esta carta-amenaza que me ha enviado presuntamente un golpista del 23F. No tiene desperdicio. pic.twitter.com/Jh0UMNOgWk
— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) 26 de marzo de 2015
Asimismo, en el encabezado destacaba que “no me preocupa su corbata desaliñada ni su horrible estilo jipi años setenta. Lo que me preocupa es la singracia y malafollá del comunismo de Lenin que esconde”, indicando que “creo que no es casualidad la coincidencia de su apellido con la del juez rojo”.
