La Rioja

“Nos estábamos replanteando dejar de subir a los encierros”

Llevan más de una década subiendo juntos con el objetivo de ponerse cada mañana delante de los astados que vuelan sobre las calles de Pamplona. Sergio, José, Pedro, Víctor o Mario son ya corredores habituales en los sanfermines y resumen la última edición como ‘crítica’.

“Nos hemos llegado a replantear dejar de subir”, explica Sergio a NueveCuatroUno. El motivo no tiene nada que ver con la pérdida de tono físico o un ataque de prudencia: “Llevamos el veneno en la sangre y, al igual que para muchos es impensable correr, para nosotros lo es dejar de hacerlo”.

El desencanto de este grupo de riojanos viene motivado por el excesivo entrenamiento de los cabestros que abren paso a los toros: “Me levanto a las cuatro y media de la mañana y me hago 200 kilómetros entre ir y venir antes de entrar a trabajar y, la verdad, para subir y correr bueyes mejor dejo de subir”.

La situación, por fortuna para los mozos, cambió en el tramo final de los sanfermines, “gracias a las protestas que hemos ido realizando -como las sentadas previas a cada encierro-, que han propiciado que nos hicieran caso y retiraran los bueyes que entorpecían la carrera”.

Otra de las novedades que ha levantado ampollas es el uso de antideslizante para evitar resbalones de los mozos y de la manada. A este respecto, Sergio considera que “le quita mucho picante al encierro”, si bien “está bien que lo echen en determinados tramos, como la Cuesta de Santo Domingo o la curva de Mercaderes a Estafeta”.

Encierros “matemáticos”

“Los encierros de estos dos últimos años han sido matemáticos; antes era impensable coger por fuera la curva de Estafeta y ahora lo es cogerla por dentro, porque los bueyes se saben el camino, frenan y pasan por ahí”, explica, destacando como momentos negativos de los sanfermines los accidentes de tres compañeros habituales: Víctor, corneado; Mario, contusionado, y Pedro, al que un ‘Miura’ le enganchó de la camiseta sin lamentar mayores daños..

“Al día siguiente de un accidente de este tipo lo tienes muy en mente, te hacen pensar un poco, pero al final sabemos que todos estamos en el bombo”, indica, defendiendo que “esos segundos que juegas con la vida y la muerte entre las astas de un toro no se pueden explicar”.

“También es una inconsciencia hacer trial con la moto, hacer paracaidismo o snowboard”, recalca, destacando “ese momento previo a la carrera en el que todos nos juntamos”. “Nuestro año comienza a contar desde el 15 de julio, cuando ya solo quedan 354 días para el siguiente encierro”, concluye, animando a ampliar la cuadrilla: “Todos aquellos que compartan nuestra afición y se quieran unir serán siempre bien recibidos”.

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