Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja, en el marco de la denominada “Operación Veneto”, han procedido al desmantelamiento de un grupo criminal itinerante asentado en Cataluña, que se dedicaba a la comisión de robos con fuerza en bares y establecimientos públicos. Sus cuatro integrantes son varones con un amplio historial delictivo en su haber, de 25, 29 y 35 años, naturales de Moldavia y Rumanía.
Se les considera presuntos autores de un total de 28 delitos de robo con fuerza llevados a cabo en las localidades riojanas de Albelda de Iregua, Briones, Fuenmayor, Huércanos, Nalda, Murillo de Río Leza, Navarrete, Rodezno, San Vicente de la Sonsierra, Viguera y Villamediana de Iregua, contra veinticinco bares, un almacén, una farmacia y una residencia de ancianos.
Los integrantes de este grupo criminal durante la ejecución de sus robos llegaron a causar importantes daños materiales en verjas, puertas de acceso a los locales, mobiliario, cajas registradoras, máquinas de tabaco y tragaperras, cuya reparación, unido a los efectos y dinero sustraído supera los 77.000 euros.
Operación Veneto
Se inició en el mes de enero para dar respuesta a una alarma social generada entre propietarios de diversos establecimientos comerciales de diferentes localidades riojanas, tras haberse detectado un repunte en la actividad delictiva en un corto espacio de tiempo.
El estudio pormenorizado de todos los hechos denunciados llevado a cabo por el Equipo de Delitos Contra el Patrimonio de la Guardia Civil en La Rioja, sirvió para determinar patrones delincuenciales comunes, que apuntaban a un mismo grupo criminal itinerante formado por varones jóvenes y ágiles, que principalmente ejecutaban sus acciones delictivas a altas horas de la madrugada, contra establecimientos comerciales y bares con máquinas tragaperras y máquinas expendedoras de tabaco.
Meticulosos en su forma de operar
Durante el visionado de las imágenes captadas por cámaras de seguridad se pudo constatar el “modus operandi” del grupo criminal, que antes de ejecutar sus golpes realizaban un minucioso estudio de la zona para verificar las vías de escape. Seguidamente elegían establecimiento y accedían al interior como clientes para analizar todas las medidas de seguridad relativas al local, principalmente los tipos de cerradura, cámaras de video vigilancia, volumétricos, etc.
Una vez elegían el día para cometer el robo inutilizaban los sistemas de alarma y fracturaban la verja y puerta de entrada mediante maza o palanca, accedían al interior del local con los rostros cubiertos con capuchas para dificultar su identificación, violentaban las máquinas tragaperras, máquinas de tabaco y máquinas registradoras, para acceder a los cajetines de la recaudación y huir con el dinero.
Piso franco en la Ciudad Condal
Con el avance de la investigación se pudo constatar que el grupo criminal estaba asentado en Cataluña y que poseía un “piso franco” en la Ciudad Condal, que era utilizado para esconderse y para guardar los efectos sustraídos una vez consumaban sus acciones delictivas.
Tras obtenerse la plena identificación de los cuatro integrantes del grupo criminal y todas las pruebas que les incriminaban, agentes riojanos procedieron a su detención y a la realización del registro de la vivienda, junto con la toma de manifestación de cada uno de los implicados y su puesta a disposición de la autoridad judicial, que decretó el ingreso en prisión del jefe del grupo.
Debido a la gran actividad y movilidad de este grupo criminal las actuaciones han sido puestas a disposición de otros cuerpos policiales, por si los detenidos hubieran ejecutado o participado en diferentes puntos del país, en otros robos con fuerza de similares características o modus operandi.
