Deportes

Piscina y campus del Berceo: diversión contra el calor para los ‘peques’

Con el mercurio disparado por encima de los cuarenta grados, no queda otra que combatir el calor en Las Norias. Al lado del agua, Elena disfruta de la piscina: “Estoy metida en el agua, he venido todos los días pero hoy es el peor. He llegado a las cuatro”. A su lado, un grupo de chavales han querido amenizar musicalmente la tarde: “Vamos pa’ las Norias, para curarme el alma… cierra la pantalla, abre la medalla”.

En la orilla de la piscina, un buen número de señoras mayores meten los pies en el agua. Jesús es de Eibar y tiene una casa  en Logroño: “Suelo venir cuando estoy aquí, el agua está como dios”. Protagonismo nuevamente para los más jóvenes: “Pasamos el rato nadando, en el tobogán blanco. A veces hace mucho calor, hemos venido andando y nos hemos ‘asao’.

Gonzalo Rodríguez, gestor de Logroño Deporte, se ha pasado por ‘Un día en La Rioja’. “Llevamos unas 2.600 personas hoy y hay 1.600 en este momento”, comentaba a media tarde. “Tenemos muchos viajes de fin de curso a la instalación, muchos campamentos y gente de fuera que viene a pasar el día”, explica.

Los atractivos no sólo se limitan a la piscina: hay toboganes, campos de fútbol, zona verde y actividades gratuitas dentro de la instalación (pilates, aquaeróbic). Un plan que no pasa despercibido para miles y miles de locales y visitantes, que cada verano acuden allí para pasar un buen día en pareja, con amigos o en familia.

Un cuarto de siglo de fútbol, formación y diversión

A unos pocos metros, el CD Berceo disfruta de grandes instalaciones y no falta su piscina. En este emplazamiento se está desarrollando el XXV Campus. Raúl Llona es el director: “Hemos querido centrarnos en los niños, estuvimos en Zubieta (ciudad deportiva de la Real Sociedad) y estuvimos haciendo sorteos y diferentes iniciativas toda la semana (hinchables, protagonistas del primer campus, camisetas firmadas)”.

Alberto es un participante del campus y juega de portero. “A las diez menos cuarto cojo el autobús y vamos a entrenar por grupos y edades. Después vamos a la piscina y a comer”, ha valorado. Por la tarde, turno para el frontón, donde ayer se hizo ‘olimpiada’, para relacionarse con chavales de diferentes edades. Piscina y 4×4 y después ‘partidillos’ para pasarlo bien y poder disfrutar. Fútbol como principal motivación, pero sin perder el cariz social y formativo.

Álvaro es monitor y afirma que lo más importante es la tarea formativa. Llona ha resumido la evolución del campus: “Nuestros participantes con catorce años han dejado de asistir, pero se han reenganchado a funciones de monitor. El club ha podido reengancharse y entre todos lo hemos sacado adelante”. También ha dejado claro que esto es lo contrario a la temporada: “Tenemos todo el año para exigirles, ahora se trata sobre todo de aprender”.

Estos Campus sirven como ‘semillero’ de futuros futbolistas. “Tenemos 138 niños de todos los equipos de Logroño en el Campus. Estamos agradecidos de que otros padres confien en nosotros y piensen que hacemos una buena labor. En el caso de los más mayores, la asistencia es menor, pero la asistencia entre los 9-11 años, el 80% de los equipos están representados”.

Todo cambió en 1994, cuando Florian Baquedano (entonces directivo del club) puso en marcha esta iniciativa: “Tirando de amistades y de conocidos del club, fuimos creciendo y sobreviviendo con muy buena reputación”. Paso a paso, año a año, un cuarto de siglo ayudando a que el fútbol sirva para unir y hacer amigos. Eso es lo más importante.

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