El Rioja

Gómez Cruzado lanza la selección de su añada más compleja: la 2017

Gómez Cruzado estrena en el mercado la añada 2017 de Cerro Las Cuevas y Pancrudo, representantes de la Selección Terroir de la bodega del Barrio de la Estación de Haro, con una edición limitada respectivamente de 5.339 botellas y 5.527 botellas (0,75 cl), así como 200 magnums de cada uno de los vinos.

Reflejo de la evolución del proyecto de Gómez Cruzado es el aumento progresivo de viñedo en propiedad. Así, la añada 2017 de Cerro Las Cuevas se elabora a partir de las uvas procedentes de sus viñas Las Laderas y Calitrancos, en Ollauri, en Rioja Alta.

Las Laderas es un reducto de la viticultura heroica de Rioja por su orografía de paisaje en terrazas que exige la realización manual de todos los trabajos y en el que conviven todas las variedades tradicionales de Rioja -Tempranillo mayoritariamente, pero también Graciano, Mazuelo y Garnacha- sobre pendientes que alcanzan hasta el 50 por ciento.

En el viñedo casi centenario de Las Laderas, cultivado en marco muy estrecho, cohabitan los suelos calizos característicos de Rioja Alta en la parte inferior de la parcela con suelos de superficie de canto rodado propios de las zonas de páramo en su parte más alta, allí donde se obtienen las uvas destinadas a Cerro Las Cuevas.

Estos suelos aportan finura de taninos y un vigor muy controlado. El viñedo Calitrancos ofrece un suelo calizo más arenoso en superficie, con cepas que están incluso hincadas sobre lastra caliza. Las características del terruño definen vinos con profundidad y concentración.

Pancrudo nace en el viñedo viejo de Badarán, en el valle del Alto Najerilla, un paisaje de pre-montaña con clima continental extremo. Una zona muy fría e inusual para el cultivo de la Garnacha, variedad que muestra su expresión más singular, delicada y sutil en este territorio históricamente de claretes, redescubierto para la obtención de tintos de gran finura, frescura y frutosidad.

El año de la helada

La añada 2017 se conocerá como ‘el año de la helada’. Esta circunstancia marcó definitivamente todo el manejo del cultivo en el ciclo vegetativo. La escasa producción y la sequía veraniega hicieron que todo el trabajo de campo estuviese destinado a evitar la pérdida de frescura en los diferentes vinos.

Tras la vendimia más temprana conocida en Rioja, el resultado final fue excepcional, con vinos muy fragantes y equilibrados, entre otras cosas gracias al carácter fresco donde están ubicados nuestros viñedos. La contrapartida es que fue una añada corta, con un rendimiento medio inferior al habitual.

Gómez Cruzado explora en su Selección Terroir -a la que pertenecen Cerro Las Cuevas y Pancrudo- la diversidad del valle que conforma la región geográfica de La Rioja con la inquietud de mostrar la expresión de terruños muy concretos, con características realmente únicas y singulares respecto al resto, en una denominación de origen heterogénea y rica en matices. Son vinos enraizados en el paisaje y paisanaje de las pequeñas ‘riojas’ especiales que merecen ser retratadas y que revelan la impronta del lugar.

Subir