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Una plantilla notable para una temporada de récords sin premio final

Una vez vistos todos los partidos del curso de la Unión Deportiva Logroñés es el momento de poner notas a cada uno de los futbolistas, desde el respeto y sabiendo que nuestro criterio no decide, por fortuna, altas y bajas. En un equipo de récords, las notas generales ni mucho menos pueden ser malas. La plantilla, en líneas generales, ha estado notable y solo le ha faltado un paso más para haber conseguido una temporada extraordinaria y sobresaliente.

Miguel Martínez de Corta. Sobresaliente.
De nuevo criticado a inicio de temporada por un sector de la grada, coincidiendo además con los peores resultados del campeonato, el capitán de la Unión Deportiva Logroñés fue consolidando su lugar en la portería. Ha cumplido esta temporada su partido número 200 con la camiseta de la Unión Deportiva Logroñés, y lo celebró consiguiendo su primer ‘Zamora’ con la blanquirroja. Sin embargo, su grave lesión en Gobela, a falta de tres jornadas para el inicio del playoff puso de manifiesto su infortunio y su importancia en la portería riojana.

Iván Buigues. Suspenso.
Protagonista principal en la Copa del Rey, donde los riojanos llegaron hasta la tercera ronda, cuando el Racing les eliminó con un penalti en el 90. Fue el héroe en la eliminación del Cartagena en aquella tanda de penaltis. Sin embargo, en el momento más decisivo del campeonato tuvo que salir a escena por la lesión de Miguel. Y no ha estado a la altura.

Unai Etxebarria. Sin calificar.
Gran partido el suyo el pasado sábado en Las Gaunas. Pero no se puede calificar a un futbolista por un único encuentro.

Miguel Santos. Aprobado.
Sin duda ha perdido protagonista en relación a temporadas anteriores. El aumento de calidad en la plantilla se ha visto evidenciado en los minutos que ha dispuesto Miguel Santos. Las lesiones le han mermado en su pelea por hacerse con un hueco en el once titular. Le ha faltado la continuidad que requiere un futbolista que basa su juego en la presencia física, el trabajo constante y el ritmo alto de competición.

Javier Flaño. Bien.
Ha cumplido en todo momento con los criterios de exigencia que debe dar un futbolista con su trayectoria. Sobre el terreno de juego se ha mostrado como un profesional intachable que tuvo que lidiar, en primer lugar, con las suplencias, después, con jugar en el lateral izquierdo por la lesión de Paredes, después por volver a perder presencia en el once y en las convocatorias y de estar siempre en disposición de dar el máximo cuando llegaron las rotaciones. Sin embargo, en estos playoffs ha sido descartado incluso de las prelistas de 20 futbolistas que ha dado el técnico cuando Flaño ni tan siquiera estaba lesionado.

Juan Iglesias. Sobresaliente.
Titular indiscutible en la posición del lateral derecho. Su rendimiento ha sido fantástico. Difícil recordar algún fallo de un futbolista joven que supo esperar su oportunidad para aprovecharla al máximo. Destaca por su fuerzo, su envergadura, de potencia, su velocidad, su agresividad y su esfuerzo. Tanto hacia abajo como hacia arriba. Ahora bien, su siguiente paso hacia adelante debe ser su eficacia a la hora de poner centros laterales en el área contraria. Estamos ante un futbolista con una progresión y un futuro muy interesantes.

César Caneda. Sobresaliente.
Es un ejemplo en todos los sentidos. Profesional, constante, incansable, talentoso, experimentado, implicado… En fin, César Caneda, el jugador con más partidos en la historia del fútbol español. Su temporada ha sido casi perfecta. Es un jugador esencial para una temporada larga con muchos partidos. Juego siempre al máximo y siempre está en forma, y su calidad es incuestionable. Ahora bien, se le ha visto sufrir durante estos playoffs de ascenso, cuando el nivel de exigencia se incrementa de forma exponencial.

Borja García. Aprobado.
Su fichaje se entendió como un salto importante de calidad en la competencia por un puesto en el centro de la defensa. Sabemos de la capacidad del cántabro para competir y ganar la partida a sus compañeros de zaga. Pero esta vez se ha topado con Caneda, y sobre todo con Pablo Bobadilla. No ha fallado el riojano, y una inoportuna lesión muscular impidió que Borja García llegara los playoffs de ascenso con más minutos y mayor ritmo de juego.

Mikel Santamaría. Suspenso.
Extraño caso el de Mikel Santamaría. Cuando ha estado sobre el terreno de juego ha cumplido con las exigencias. Pero su mal inicio y los malos resultados acabaron por situarle fuera del once, primero, y fuera de las convocatorias, después. Y desde fuera da la sensación de que dejó de competir para intentar revertir su situación. El típico ejemplo de jugador veterano, que cumple cuando juega, y cuando pierde protagonismo no intenta cambiar la situación dando un punto extra. Ha acabado fuera de las prelistas de 20 jugadores que ha dado Sergio Rodríguez en estos playoffs de ascenso.

Pablo Bobadilla. Sobresaliente.
Una de las mejores noticias para el fútbol riojano de la temporada. Partía como un claro actor secundario. Y los malos resultados en el inicio de temporada y su capacidad para emplearse a fondo en todo momento le dieron la titularidad junto a Caneda. Ha estado espectacular. Ha sido protagonista de la que hasta la lesión de Miguel era la mejor defensa de las tres principales categorías españolas. Juega con desparpajo, con entusiasmo, con intensidad, con talento, con agresividad, y es uno más de la grada blanquirroja. Un activo para el club que ha surgido desde abajo en este club en construcción. Es posible jugar a fútbol a alto nivel sin necesidad de irse a Lezama, Zubieta, Tajonar… Bobadilla es un ejemplo.

Jaime Paredes. Lateral izquierdo. Aprobado.
Lo ha dicho el propio futbolista madrileño: “Ha sido mi peor temporada”. Por culpa de las lesiones. Primero, un problema en el tobillo que le tuvo cinco meses fuera del equipo, y después, tras su esperada vuelta donde se topó con la competencia directa de Iñaki, Paredes comenzó a tener problemas musculares que le han lastrado y mucho en esta recta final de campeonato. Por suerte, tiene por delante todo un verano para seguir trabajando y regresar con el potencial que ha demostrado un jugador que lo venía jugando todo en las últimas temporadas.

Iñaki. Lateral izquierdo. Notable.
Tras seis meses trabajando por su cuenta tras quedarse sin equipo en Segunda división, el riojano volvió a su club para comenzar a liderar el proyecto que sitúe a la Unión Deportiva Logroñés. Se ha quedado cerca para acertar a la primera. Con la retirada de César Remón y la lesión grave de Miguel, el vestuario parece haber hallado un nuevo líder, un pretoriano calagurritano que está convencido de que el fútbol riojano ya está preparado para ganarse el derecho a ascender al fútbol profesional. Sobre el terreno de juego rinde y muestra ese punto extra que otorga el haber jugado en una categoría superior.

Foto: Edu del Campo

César Remón. Bien.
Ha tenido que lidiar y digerir la peor de las noticias, y es que por un problema físico ha tenido que dejar el fútbol de forma precipitada. Había perdido presencia en las convocatorias por culpa de esos problemas musculares que le impedían recuperarse para pelear por un puesto en el once. Ha ejercido un importante papel dentro del vestuario para intentar llevar al equipo hasta el ascenso.

Carles Salvador. Notable.
Caso similar al de César Caneda. Siempre perfecto, clave en una temporada larga donde hay que jugar en campos importantes de rivales directos, como en espacios menos evocadores de esta Segunda B. Y Carles Salvador siempre es un jugador notable. Siempre está a muy buen nivel. Ahora bien, se le ha notado durante estos playoffs que le falta un punto para alcanzar ese nivel superior que le permita brillar también ante los mejores equipos del campeonato. Sin embargo, es un jugador clave para una temporada larga.

Andy Rodríguez. Sobresaliente.
Tan constante y preciso como Carles, han formado un centro del campo sólido y talentoso. Ahora bien, sí se ha observado ese punto extra de calidad para ser uno de los jugadores más destacados del equipo durante estos playoffs de ascenso. Ha estado perfecto.

Lander Olaetxea. Bien.
Al futbolista vasco le sucede lo que habitualmente le pasa a los jugadores que son polivalentes, que al no ser unos especialistas, al cumplir en muchos lugares distintos del terreno de juego, son siempre el parche y nunca la primera opción. Ha jugado de segundo punto, de volante, de mediocentro ofensivo, de mediocentro defensivo… Y en todas estas posiciones ha cumplido. Pero le ha faltado establecerse en una posición para realmente brillar y ser un jugador notable. Un futbolista necesario en toda plantilla que desea ser competitiva de agosto a junio.

Víctor López. Aprobado.
Claramente de más a menos. Llegó con el punto extra de haber hecho una pretemporada con un equipo de Primera división. Dio un paso adelante cuando peor pintaba la cosa para este equipo. Fue importante en la primera vuelta. Pero evidenció que de cara a puerta no está acertado, y que como extremo aún le quedan cosas que mejorar para realmente ser determinante. Tampoco se le ha visto de lateral por el alto nivel dado por Juan Iglesias. Desde fuera da la sensación de que su alto sentimiento blanquirrojo le ha podido pasar factura, pues ha tomado decisiones importantes más con el corazón que con la cabeza.

Pedrito. Suspenso.
Apunta maneras, pero no acaba de plasmarlas sobre el terreno de juego. Se intuye un futbolista con voluntad de ser determinante pero o un mal control, o una mala decisión, o un gesto inadecuado provocan la imprecisión y por tanto la falta de resolución. No ha sido lo importante que necesitaba el equipo en esa zona intermedia del juego donde se decide el último pase.

Foto: Edu del Campo

Ñoño. Aprobado.
Venía de una temporada, la anterior, muy buena, siendo un referente ofensivo, con gol, juego y desborde por el costado izquierdo. Y no ha perdido ninguna de estas características, las sigue teniendo, la conserva, pero en ocasiones juega más para él y para la galería que para el resto de sus compañero en beneficio del colectivo, y eso le ha ido llegando irremediablemente al banquillo. La exigencia aumenta, y Ñoño debe también aumentar sus prestaciones sobre el terreno de juego, porque calidad tiene para ello.

Rayco. Suspenso.
Las continuas lesiones le han lastrado de forma evidente a lo largo de este campeonato. No ha logrado estar nunca a su máximo nivel. Y eso le ha pasado factura en lo psicológico, por eso, cuando estaba bien, se le ha visto impreciso, inconstante, lento en la toma de decisiones… y sin esto Rayco pasa a ser un jugador medio, pierde su enorme capacidad para ser decisivo. Con Rayco al máximo, quizás el final de esta temporada hubiese sido otro.

Rubén Martínez. Sobresaliente.
El jugador balear ha sido uno de los mejores futbolistas de la plantilla de la Unión Deportiva Logroñés. Un jugador veterano del que sabíamos su gran calidad con la pierna izquierda, para arrancar desde fuera y ser decisivo por dentro. Ahora bien, a lo largo de este campeonato ha demostrado a todos que su voluntad por hacer algo importante en Logroño está fuera de toda duda. Se ha implicado al máximo, ha presionado como nadie, estuvo liderando cuando peor pintaban las cosas, y no ha dejado de hacerlo desde la jornada seis y hasta el último minuto del último encuentro ante el Hércules.

UD Logroñés - Gimnástica de Torrelavega | Foto: Eduardo del Campo

Foto: Eduardo del Campo

Ander Vitoria. Aprobado.
El delantero vasco no ha cumplido con las expectativas. Al menos no ha cumplido con las expectativas de cara a portería. En el resto, en la interpretación del juego, en su capacidad para ayudar al equipo desde arriba, sin duda, ha estado a la altura. Pero tres goles para un 9 de referencia es una renta muy escasa y corta. Siempre a la sombra de Marcos André.

Marcos André. Notable.
Ha sido la temporada en la que se ha visto el verdadero potencial de este futbolista. Ha sido el curso en el que Marcos André se ha hecho mayor para seguir dando pasos adelante hacia la élite. Le quedan muchas cosas por pulir, pero sin duda será un jugador, si la suerte le acompaña, de categoría superior. Una lástima que no lo vaya a lograr dejando al equipo donde se ha formado como jugador en una categoría superior. No es sobresaliente su curso porque en el playoff no ha estado a la altura, no ha sido determinante, quizás lastrado por esos problemas físicos.

Sergio Rodríguez. Notable.
Segunda temporada completa del técnico riojano al frente de la Unión Deportiva Logroñés. La primera, según indicó, fue de aprendizaje. Y ésta ha servido para constatar que Sergio Rodríguez es entrenador de fútbol y que puede ser un buen técnico. Ha cometido errores, por supuesto. Pero también ha sido capaz de tomar esas decisiones complicadas que otros no se atreven a afrontar, y siempre lo ha hecho en beneficio de la plantilla y del club, con máxima honestidad. Dio un paso adelante con los jóvenes cuando peor pintaban las cosas. Fue recuperando a los veteranos y referencias del equipo para ir ganando más partidos en liga. Supo lidiar con la plaga de lesiones. Ha sabido mejorar la parcela técnico-táctica y de análisis del club. Tiene claro qué camino debe recorrer este entidad para ser una referencia para el fútbol de la región. Y la imagen hacia el exterior es inmejorable. Son muchos, por tanto, los motivos por los que el técnico ha estado a una altura notable, porque además los números (segundos, 72 puntos, y semifinales de playoffs) así lo constatan. Y sin duda no estaría demás comprobar la temporada que viene si dispone de una evolución más, si puede seguir mejorando como entrenador, y en ese caso, el ascenso a Segunda estará más cerca. Tampoco se puede pasar por alto su evolución en la impronta que está dejando en la región. Sus declaraciones durante el playoffs han sido una clase magistral para ir integrando cada vez a más gente en este proyecto. Está implicado porque es el equipo de su ciudad, y en esto ningún entrenador llegado de fuera le puede superar.

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