Puede definirse como el puente riojano y no se estaría exagerando. Porque estos días festivos han sido especialmente intensos para la gente de La Rioja y en especial de Logroño. Pero, ¿cómo han sido para la hostelería y los alojamientos en la región? A tenor de las opiniones del sector, una conclusión parece clara: muy buen fin de semana y puente descafeinado.
“Es bueno para que los riojanos se vayan de vacaciones y para las agencias de viaje, pero no tanto para los alojamientos”, reconoce Demetrio Domínguez, presidente de la Asociación Riojana de Hoteles. “En Logroño el viernes y sábado la ocupación fue del 90 por ciento, pero el resto de la región flojo; los demás días, en la capital bajó mucho”. Y hace un llamamiento: “Ojalá que con el cambio de gobierno se pueda convertir estas fiestas en un producto turístico atractivo para que venga gente a Logroño y que la guerra con los franceses traspase las fronteras riojanas”, ironiza.
En la hostelería hay mezcla de valoraciones: “En el Casco Antiguo están muy contentos porque han trabajado muy bien y eso que los dos últimos días no ha acompañado el tiempo. Sin embargo, fuera de la zona centro, ruina total: la gente se ha ido de vacaciones y estaba vacío; algún momento ha funcionado el vermú, pero poco”, señala Francisco Martínez-Bergés, presidente de la Asociación Hostelería Riojana de la FER.
“En líneas generales -añade Martínez-Bergés- han sido un poco mejor que el año pasado, aunque al haber más días ayuda a que la gente se vaya y más con precios atractivos como los que ofrecían las agencias”.
En otro plano está Eduardo Pérez-Pedrero, propietario de establecimientos como Concept, Suite, La Boutique o el Stress, entre otros, y presidente de la Asociación Riojana de Salas de Fiesta y Discotecas, de la FER. “Ha estado en la línea del año pasado, quizás algo mejor, pero se ha notado que al ser un puente largo se va la gente”, subraya.
“El sábado funcionó muy bien, con bastante gente de fuera. El domingo y el martes por el día bien, por la noche nada. El lunes bien, pero no llegó al nivel de un sábado. Además de que muchos riojanos se vayan también afecta el tiempo y la recta final del puente se ha dejado notar”, concluye Pérez-Pedrero, con un deseo: “Crucemos los dedos para que en San Mateo no llueva, este año se celebra en fechas más tardías que otros años…”.
