San Bernabé

Barriocepo invita a los logroñeses a viajar en el tiempo

La calle Barriocepo y su aparcamiento se engalanan estos días de San Bernabé con banderas y puestos ambulantes ambientados en 1521. Con el fin de recrear con el máximo rigor histórico posible el asedio logroñés por las tropas francesas, en la céntrica vía se ha organizado un mercado donde se pueden encontrar todo tipo de productos, desde bisutería artesana, hasta quesos y embutidos. Además, las distintas asociaciones recreacionistas organizan diferentes espectáculos y actividades para adentrar a los traseúntes en los hechos que representan. Estos pueden ver cómo era la ciudad de Logroño en pleno siglo XVI, tanto de su mano, como observando una maqueta de la ciudad en 1521.

Maqueta Logroño 1521

Maqueta de Logroño en 1521 en el aparcamiento de Barriocepo | Foto: Amaya Garrido

Un papel destacado en estas asociaciones recreacionistas tienen Luís Ángel García Varela y Mariano Monterde, ambos miembros fundadores de la Asociación de la Guardia De Santiago y de la Encomienda De Santiago, encargada de realizar la recreación del Concejo Abierto. Este año, el Concejo ha contado especialmente con un gran éxito, llenando hasta la bandera la Iglesia De Santiago en un acto en el que cada ven se unen a su representación más voluntarios. “Empezamos hace seis años quince o veinte personas, ahora hemos pasado a ser cien”, cuenta orgulloso García. “Cien en la Guardia De Santiago, unos doce o catorce en la Encomienda”, puntualiza su compañero.

Las actividades que realizan ambas asociaciones son muy amplias y diversas, pudiendo encontrarlas en distintas localizaciones logroñesas. “Cada una es especial, el Concejo Abierto es el acto más emotivo, representa el momento en el que el pueblo se levanta. Por otro lado, la batalla es más visceral…”, coinciden ambos, quienes no sólo se dedican a recrear actos de San Bernabé, sino a realizar una representación completa de los Caballeros De Santiago.

Todas estas actividades y recreaciones llevan un año de ensayos y preparación de vestuarios y atrezzo hasta que finalmente se muestran al público durante las fiestas de San Bernabé. “Trabajo mucho, pero disfrute mas”, confiesa Monterde.

Luis Ángel García Varela y Mariano Monterde |Foto: Amaya Garrido.

Desde danzas del vientre a tomar cerveza por cortesía de Carlos V

En Barriocepo no solo podemos encontrar a voluntarios de la Orden de Santiago o de la Encomienda sino que también participan personas enroladas en los Héroes del Revellín. Entre otras, Valeria o Víctor. La primera, por ejemplo, participa paralelamente en las tres, junto a familiares, amigos y alumnas de baile: “Me gusta mucho la recreación, al final dentro de una asociación haces una cosa y con otra haces otra”, cuenta: “Desde los pasacalles, los asedios, las batallas y cositas de animación que se van haciendo durante todo el día en los campamentos aunque no entren en el programa cultural”.

Aunque si tuviera que decantarse por una actividad en concreto, se encuentra en la misma situación que sus compañeros anteriores: “No puedo, es cómo preguntar si quiero más a mamá o a papá”, dice la voluntaria mientras se prepara para liderar a unas cuantas bailarinas de danza del vientre en su recorrido por varias calles del Casco Viejo.

Víctor lleva trabajando como voluntario en Héroes del Revellín desde hace cinco años, cuando un amigo le dio a conocer la iniciativa. Actualmente, es el tesorero. En cuanto a su actividad preferida, no tiene ninguna duda: “Estar en la cantina con los amigos tomando cerveza de Carlos V”, bromea.

Valeria, profesora de danza de vientre | Foto: Amaya Garrido.

Comidas más variadas que en 1521

A diferencia de los hechos que recrean en los que, durante el asedio, los logroñeses se alimentaron únicamente de pez, pan y vino, en el mercado que se extiende en Barriocepo los logroñeses del siglo XXI pueden encontrar numerosos puestos de comida, desde embutidos hasta crepes, pasando por parrilladas y kebabs.

La Taberna Galaica, por ejemplo, situada en el mismo aparcamiento, ofrece jamón asado durante siete horas en horno de leña. “Es un producto típico de Galicia, no sólo se come marisco y pulpo”, bromea Juan, el cocinero, quien explica que sus compañeros y él vienen desde A Coruña por estas fechas desde hace cuatro años. “Conocía Logroño, pero no había estado en sus fiestas antes que de venir con la Taberna. El ambiente y la gente es espectacular”, admite.

Para combatir la bajada de temperaturas con la que nos ha sorprendido esta semana Logroño, una opción bastante apetecible son los puestos de gofres y crepes que se encuentran también en el aparcamiento. Los niños tienen claro su favorito: el crepe con chocolate y lacasitos, cuenta Víctor Manuel Alonzo, uno de los encargados del puesto, que lleva viniendo desde Valencia dos años.

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