Rioja Alavesa

Patrulla de rescate ciudadana para un conductor despistado en Elciego

Durante las últimas jornadas tomos hemos recibido un bombardeo de mensajes concienciándonos de la necesidad de participar en las elecciones. Hay que votar. Votar en conciencia, votar con cabeza. Votar para tener derecho luego a opinar. Votar, en definitiva, en masa.

Hete aquí que el bombardeo ha tenido cierto ‘efecto llamada’ en Elciego, pero no como las autoridades esperaban. Porque de todas las visitas al Ayuntamiento previstas este fin de semana, la de la última hora de la jornada de este sábado ha sido, ha todas luces, la más sorprendente.

Un turista se tomó con literalidad lo de plantarse en el Consistorio, dejando atrás todos los mitos inherentes al ciudadano asiático: la paciencia infinita, el respeto máximo a las normas y el transporte público como opción preferencial para moverse de un sitio a otro.

Nuestro protagonista oriental se plantó con su coche bajo los arcos del Ayuntamiento de Elciego. Misión imposible que acaba como tiene que acabar: en un atasco monumental (por lo patrimonial del entorno, claro). Cara de circunstancias y, pese a las dificultades con el idioma, un grito de auxilio del conductor quien, pese a todo, no pierde la sonrisa.

Por suerte, la hospitalidad de los presentes salió al paso y se improvisó una patrulla ciudadana de rescate. Todos a una. Remangados, un puñado de vecinos y peregrinos se aferraron al parachoques del vehículo para levantarle el morro y que el coche pudiera salir de su atasco. Ya nos imaginamos esa conversación entre el turista y sus amigos cuando regrese a su lugar de origen: “¿Moverse por Elciego en coche? Hazme caso, una locura”.

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