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Cava y marisco mientras dure el disco

Cava y marisco mientras dure el disco

Aquel candidato socialista a un gobierno autonómico se apretaba unas gambas como si le fuera la vida en ello. Chupeteaba las cabezas del animal con fruición; era puro goce socialdemócrata ante las antenas cocidas de un marisco sin igual. Tiraba de gamba con apetito, con las manos firmes, el pulso relajado, la lengua despierta, los morros pringados, los ojos gozosos y el respetable sorprendido y confuso por una imagen inusual de puertas para afuera, pues el resto intentaba sin éxito sacar la chicha de la gamba con un cuchillo y un tenedor. Que mira que hace falta ser desconsiderado a la hora de elegir menú y… etiqueta.

Aquella imagen decidió mi voto. Si goza así con unas gambas cómo se empleará en cuestiones más importantes como la de dirigir el futuro de una región. Jamás tocó pelo político, pero esas gambas quedaron bien despachadas. Y desde entonces: cava y marisco mientras dure el disco.

Cava y marisco mientras la vida nos pone en nuestro sitio. Cava y marisco mientras se ganen partidos. Cava y marisco durante esta próxima semana. Cava y marisco en Santander, tras el baile de 70 minutos que le ha dado la Unión Deportiva Logroñés a un Racing campeón con el freno de mano echado. Cava y marisco durante ese 0-2 con goles de Rubén Martínez y Víctor López que pudieron haber sido otros dos más si Marcos André no estuviera guardando goles para el playoff que está ya en nuestros pensamientos. Cava y marisco para asumir que un 2-2 final contra diez es un buen resultado porque cuando se ha querido, el equipo de Sergio Rodríguez le ha pasado un poquito por encima al Racing de Santander, que ha tirado de orgullo de campeón en el último cuarto de hora para empatar su último partido de la temporada antes de su gran final por el ascenso a Segunda. Que no conviene tampoco derramar cava y marisco así como así. Que suficiente jodido es esto del infrafútbol.

El equipo celebra el primer gol en El Sardinero

Cava y marisco para celebrar el primer subcampeonato de la Unión Deportiva Logroñés en sus diez temporadas de historia. Burbujas y ácido úrico para poner de manifiesto el salto de calidad que ha dado este equipo a lo largo de este campeonato. De menos a más para empezar masticando piedras y acabar brindado, meñique en alto, con los mejores al ser en estos momentos uno de los equipos más en forma del campeonato. Habrá que bailar mientras suene la música, ‘muteada’ en las dos últimas temporadas de travesía por el desierto de las desilusiones.

Récord histórico de victorias, récord histórico de menos derrotas. Récord de puntos (72), de mejor puesto (subcampeón). Récord de implicación, entrega, esfuerzo, supervivencia, talento, calidad, arrojo, desparpajo, optimismo… Récord de club, con más y sobre todo mejor cantera. Récord de buenas noticias que bien merece un ‘buchito’ de cava y unas cuantas gambas sobre el barro del infrafútbol.

Cava y marisco mientras suene el disco de un tercer playoff firmado por la Banda de la Guindalera, acostumbrada a manejarse con suficiencia por el barrio del Grupo 2. Ahora deberá demostrar si el barrio acaba saliendo o no cuando toca sacar pecho ante los mejores.

Badajoz, Castilla o Cornellá se presentan en los cuartos de final de este ascenso a Segunda. Y este medio ha consultado a varios protagonistas blanquirrojos tras el partido en Santander; y por resumir el asunto, más o menos, han venido a decir Sergio Rodríguez, Rubén Martínez, Jaime Paredes e Ibon Labaien algo así como: “No nos gusta ninguno”. Que es lo normal. El vértigo a lo desconocido de un grupo de futbolistas empeñados en disfrutar del cava y del marisco mientras dure el disco.

Y la sonrisa es una forma bastante interesante de quitarle hierro al asunto ante lo que podría ser un cambio de paradigma definitivo para el fútbol riojano. Que ellos sigan bailando, que lo de sufrir en un playoff corre a cuenta de los aficionados.

Aquel candidato socialista jamás ganó unas elecciones autonómicas, pero gozó como pocos del camino. Lección ante la vida: todo lo que se puede sacar de unas gambas.

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