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UD Logroñés: ¿es determinante acabar la Liga en segunda posición?

La UD Logroñés se ha plantado ante la última jornada del campeonato con el mejor panorama de su historia. Los blanquirrojos se auparon el pasado fin de semana a la segunda posición y cuentan con 71 puntos, con dos de ventaja sobre el Mirandés. La de este año será su tercera presencia en la promoción de ascenso a Segunda División, pero ninguna la había arrancado desde tan arriba de la tabla.

Lo que todavía desconoce el cuadro riojano es si afrontará el playoff desde la segunda o la tercera posición, una duda que despejará el domingo tras su partido contra el Racing de Santander en El Sardinero, mirando de reojo al Mirandés-Arenas que se disputa en Getxo. Las leyes de la probabilidad dicen que solo en una de las nueve circunstancias que pueden darse en ambos campos (el 11,11 % de los casos) los riojanos cederían la segunda posición: que pierda la UD Logroñés y gane el Mirandés.

Será el lunes, con la clasificación ya definida, cuando el azar entre en juego. A partir de las 16.30 horas, la sede de la Real Federación Española de Fútbol acogerá el sorteo que determine los emparejamientos de la fase de promoción.

UD Logroñés - Gimnástica de Torrelavega | Foto: Eduardo del Campo

UD Logroñés – Gimnástica de Torrelavega | Foto: Eduardo del Campo

Mecánica del playoff

Los primeros clasificados de cada uno de los cuatro grupos de Segunda B se enfrentan entre ellos, ascendiendo directamente los vencedores de los cruces. Los otros doce equipos (tres por cada grupo) conforman un sistema de eliminatorias en tres rondas, equivalentes a los cuartos de final, semifinales y final; incorporándose a las semifinales los dos campeones de grupo que no hayan logrado el ascenso en la ronda anterior.

Y aquí es donde influye la posición en la que cada equipo haya finalizado la temporada regular. Dando por bueno el 88,88 % de posibilidades de que la UD Logroñés acabe en la segunda posición, se enfrentará en los cuartos de final a uno de los tres equipos que hayan finalizado en la cuarta plaza de los grupos I, III o IV (la mecánica del sorteo excluye que equipos del mismo grupo se enfrenten).

Así, si la temporada hubiera finalizado este pasado domingo, los riojanos se medirían al Real Madrid Castilla (cuarto del Grupo I), al Espanyol B (cuarto del Grupo III) o al Badajoz (cuarto del Grupo IV).

Olaetxea celebra su tanto frente al Langreo con Marcos André y Ñoño | Foto: Eduardo del Campo

Olaetxea celebra su tanto frente al Langreo con Marcos André y Ñoño | Foto: Eduardo del Campo

Pero las ventajas de ser segundos no se remiten a enfrentarse a un rival teóricamente inferior. Los subcampeones de cada grupo evitan a los campeones hasta la ronda final y se aseguran jugar el encuentro de vuelta de los cuartos de final en su estadio. Tirando de estadísticas, la historia dice que siete subcampeones han alcanzado el objetivo en la última década (el 17,5 % de los casos).

En el caso de que los blanquirrojos cedan la segunda plaza en El Sardinero, el panorama cambia. Ya no se enfrentarían a un cuarto clasificado, sino a otro tercero, lo que depara una eliminatoria teóricamente más disputada. Y a eso hay que sumarle que la condición de local o visitante en la eliminatoria de cuartos queda supeditada al azar, ya que la establece el orden de salida de las bolas en el sorteo.

Además de eso, en el caso de pasar a semifinales, podría enfrentarse a un primero de grupo, subiendo el nivel de exigencia aún más. Volviendo a echar mano del histórico de resultados, solo uno de cada diez terceros han logrado el ascenso en la última década.

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