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Los ecos de Anduva aúpan a la UD Logroñés a la segunda plaza

FOTO: Eduardo del Campo

A falta de una jornada para el final del campeonato, la Unión Deportiva Logroñés ha conseguido este domingo depender de sí misma (visita la próxima semana al Racing en el Sardinero) para afrontar el playoff desde la segunda posición de la tabla. Lo ha hecho venciendo al Izarra en un duelo en el que siempre quedará la duda si ha influido más el resultado propio o el ajeno.

Porque mientras el marcador de Anduva jugaba a favor del Mirandés (rival de los blanquirrojos por el subcampeonato del grupo) el sopor reinaba en Las Gaunas. En cambio, el empate del Vitoria, primero; y la remontada de los alaveses, después, dieron a los riojanos el extra necesario para batir a un Izarra que peleó hasta el final sus opciones de certificar en Logroño la permanencia.

El arranque del encuentro respondió a lo esperado, con un equipo riojano extendiendo su dominio sobre el rival y siendo incisivo por las bandas. Con Marcos André en el banquillo -el playoff está a la vuelta de la esquina y hay que optimizar recursos-, Ander Vitoria no lograba conectar los envíos de Pedrito y Ñoño.

Con serios problemas para armar jugadas, el Izarra se vio obligado a recurrir a envíos largos para ganar metros. Y en el 19, cuando más sometido parecían estar los navarros, llegó el primer aviso visitante. Un saque de banda de esos más precisos que la mayoría de los córners acabó en la cabeza de Laborda que, envió un balón manso al travesaño por su cara superior.

Cinco minutos después, nueva advertencia de los blanquiazules (este domingo, de amarillo), con un centro lateral de Albisu desde la izquierda que Laborda no atinó a conectar con el interior de su bota derecha, marchándose el cuero desviado por la línea de fondo.

Tan evidente era que el control sobre el juego lo ejercían las camisetas blanquirrojas como que ese dominio era estéril por la falta de acierto en el área. Acechó el gol la UD Logroñés antes del descanso, con un cabezazo de Caneda a la salida de un córner y una internada de Rayco en la que Álvaro Iso achicó bien los espacios al canario cuando se disponía a definir.

Tras la reanudación tuvo la más clara hasta el momento el Izarra. Otro saque de banda-córner de Aritz Eguaras acabó en las botas de Cabrera, que -dentro del área y algo escorado- lanzó un zapatazo que lamió la base del poste derecho del arco logroñés.

Punto de giro necesario

Fue entonces cuando dos acontecimientos ajenos al terreno de juego rompieron la tendencia soporífera del partido. El primero, un mensaje en el marcador electrónico: “Mirandés 1-1 Vitoria”. El virtual empate en Anduva despertó más a la grada que al equipo, pero recordó que ante el Izarra había algo más que tres puntos en juego.

El segundo acontecimiento fue la llamada desde la banda a Marcos André, que por entonces calentaba junto a sus compañeros. Para que entrara el brasileño alguien tenía que salir y no era cuestión de ponérselo fácil al técnico. Y en ese mismo ataque todo salió a la perfección en la acometida blanquirroja: el pase en profundidad de Iñaki para Rayco, el quiebro del canario al defensa para dar el pase de la muerte y la ejecución de Ander Vitoria, que solo tuvo que acomodar la bota (1-0, m.55). Piña para celebrar el gol y, por primera vez en muchos meses, la UD Logroñés acomodada en la segunda posición de la tabla.

A los diez minutos pudo poner la puntilla el cuadro riojano. Marcos André se disfrazó de Xavi Hernández para dejar solo ante el portero a Ñoño con un pase desde su propio campo. El gaditano, con todo a favor, remató al cuerpo de Álvaro Iso. Mejor fallar lo infallable este domingo que dentro de dos semanas.

Estados de ánimo

Y de jurar en hebreo, la grada volvió a festejar al grito de “¡que sí, j***, que vamos a ascender!”, pero el gol no se producía en Logroño sino en Miranda de Ebro. 1-2 en Anduva y la UDL, de nuevo, espoleada sobre el área rival. Los estados de ánimo de los que habló un día Valdano.

Tuvo su jarro de agua fría el municipal cuando Albisu (que se las tenía desde hace largo tiempo con la grada del fondo Sur), enviaba a la red un centro de Laborda (1-1, m.73). El colapso duró un minuto que se hizo eterno y en el que los fantasmas sobrevolaron Las Gaunas. Sesenta segundos en los que Ñoño y Ander Vitoria volvieron a poner las cosas en su sitio, con un centro del andaluz que el vasco cabeceó a las mallas (2-1, m.74).

Hasta el pitido final, un ojo en cada campo: uno en Las Gaunas y otro en Anduva. Ningún resultado varió. La Unión Deportiva Logroñés defenderá la segunda plaza en El Sardinero ante el campeón del Grupo II de Segunda B.

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