Para algunas generaciones, como la de los ochenta, Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, Cantabria, 1951) es uno de esos políticos “de siempre”; con los que te has criado. Un político de los de antes. Poco sex-symbol, mediático a su manera, apasionado por la política, pero con carrera profesional propia. Y cuando las circunstancias -el 25 aniversario de la Universidad de La Rioja, en 2017- hicieron que una tuviera que hacerle una entrevista, pues daba respeto.
Porque al otro lado estaba el que fuera ministro de Educación entre 1992-1993. Época en la que se selló la creación de una universidad propia en La Rioja, desligada de la de Zaragoza. Hablaba entonces de cómo recordaba sus negociaciones con Nacho Pérez, quien hoy también ostenta cargo público, pero en la Delegación del Gobierno, no en el Ejecutivo regional como antaño. También era quien había ocupado la cartera de Interior entre 2006 y 2011, entre otras responsabilidades…
De esa entrevista, que le pilló en su despacho de la Complutense -donde había vuelto tras retirarse de la política- quedaron varios detalles en la memoria de esta hija de los ochenta: un latiguillo que repetía (“sabes, sabes”, muy típico de algunos pueblos de La Rioja); un acento cántabro, poca huella de tantos años por Madrid; expresiones como “maja, igual tú entonces no habías nacido, claro…” (sí, sí lo había hecho); o su reconocimiento al primer rector de la UR, Pedro Campos.
Apertura del curso 2007-2008
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Rubalcaba será recordado por muchas cosas: por el ministro del Interior que selló el fin de ETA, que tanto orgullo le producía; por sus logros como doctor en Química Órgánica; por su creación de escuelas como ministro de Educación; pero en La Rioja siempre será el que firmó la creación de nuestra universidad.
A la UR, precisamente, tenía previsto volver: el 19 de junio, a las 20 horas, iba a impartir la conferencia ‘La Tabla Periódica y la política’ dentro del Ciclo de Conferencias ‘La Tabla de Nuestras Vidas’. Todo ello por el 150 aniversario de la Tabla Periódica de los Elementos. Esta vez fallará a su cita universitaria: se va a los 67 años, tras sufrir un infarto cerebral.
Curso de Verano de la UR 2017
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