Champiñones y vino. No es una mala combinación. Bien se sabe en la logroñesa calle Laurel gracias al archi-reconocido Soriano, pero bien lo saben también en La Rioja Baja, donde se estima que se cultiva el 55% de la producción nacional de champiñones, la nada despreciable cantidad de 75.000 millones de toneladas.
Así que conocer mejor la champiñonada riojana debería ser asignatura obligatoria para el riojano que se precie. Es además otro de los atractivos turísticos de la región, porque si el vino tiene su enoturismo, los champis se maridan con los turistas a través del fungiturismo. Y la fusión enofungiturística, valga la expresión, se hace realidad en el mes de mayo en esa zona de La Rioja. En concreto en Autol y Pradejón, con la denominada Mushroom Wine Family.
El programa de la actividad diseñada por la Ruta del Vino Rioja Oriental, que se realizará los domingos 12, 19 y 26 de mayo de 2019, arranca en Autol a las 10:30 de la mañana, aunque madrugando un poquito más dejas visto El Picuezo y La Picueza o la ermita del Ángel.
A esa hora, en la Bodega Marqués de Reinosa, una de las primeras de Rioja en exportar vino, empieza una visita al viñedo y a la bodega, que se remata con una cata. El plan continúa a veinte minutos en coche, en Pradejón. A las 12:30 se realiza una visita al Centro de Interpretación y las bodegas de cultivo de champiñón y setas que se remata con una degustación de champiñón.
A las dos de la tarde ya se ha hecho hambre suficiente como para disfrutar de un menú especial Fungi en el restaurante Chandro de Pradejón. Sí, en ese menú mandan las setas y los champiñones.
La experiencia, pensada para las familias, cuesta 30 euros para los adultos y 15 para los niños. Las reservas pueden hacerse a través del mail [email protected] o llamando al teléfono 941 150 147.
