La Rioja

“La carrera de la mujer se merece un monumento en Logroño”

Divina López, presidenta de AECC La Rioja, reclama reconocimiento para la fiesta solidaria del domingo

Este domingo a las 11 horas (del nuevo horario, ¡atención! no sea que alguien llegue una hora tarde), Logroño será una marea rosa. Diez mil mujeres corriendo y andando inundarán las calles del centro de la capital riojana. La ya mítica Carrera de la Mujer está aquí. Y se ha convertido en todo un acontecimiento: no solo mueve lo que tiene que ver con los cinco kilómetros de distancia, también ha hecho que sea un día de fiesta.

En vísperas del acontecimiento, todo el personal y voluntariado de la AECC La Rioja vive días vertiginosos, como admite su presidenta, Divina López. Aunque siempre hay tiempo para reflexionar y analizar la situación. Para hablar de lo importante que es investigar, para emocionarse con la causa y para poner el valor las dimensiones alcanzadas por esta iniciativa.

– ¿Cómo están viviendo estos días previos a la IV Carrera de la Mujer por la Investigación?

– Con una intensidad que no te imaginas. Con emoción por todo lo que estamos viviendo y por lo que estamos consiguiendo. Y también con dolor por toda la gente que no ha podido entrar y que hemos tenido que dejar fuera de la carrera. No imaginábamos que en diez días se iban a llenar las 10.000 plazas.

– ¿Así que eso de soñar con una carrera de 20.000 mujeres el próximo año, no se descarta?

– En la presentación oficial en Delicatto, el concejal de la materia nos lanzó un reto de 20.000 en el 2020. Y nosotras lo aceptamos, no nos achicamos. Porque sabemos que esta carrera puede acoger a mucha más gente y que a Logroño le da una visibilidad y una vida increíble. Puede haber cambios en los responsables del Ayuntamiento, pero espero que se mantenga la propuesta.

– ¿Se ha convertido casi en una fiesta?

– Es un día de alegría, de celebración, de mujeres solidarias y también de hombres solidarios que no corren pero que aplauden y apoyan durante el camino, y eso es importante. Cada uno tenemos un papel. Además, para la ciudad es una inyección económica, por todo lo que mueve, no es solo el momento de la carrera, después la gente se queda a comer, etc. De hecho, este año La Laurel y la San Juan se han unido e irán vestidos de rosa, con camisetas que han comprado.

– Esta carrera tiene varias vertientes, el fin principal, la investigación, ¿por qué es tan importante? 

– La investigación es el futuro, la única que puede poner barrera al cáncer, es la clave. Y se necesita apoyarla. Aunque La Rioja es pequeña, la gente, hasta los niños en los colegios, están sensibilizados con la palabra y concepto ‘investigación’. Con iniciativas así hemos sacado la investigación a la calle. Y es fundamental investigar: por ejemplo, para lo que van los fondos de esta carrera es para la Fundación Científica de la AECC, que lleva invertidos 54 millones de euros en investigar.

– Pero si algo tiene esta actividad es esa sensación de movilización, de apoyo a todos lo que han padecido y padecen esta enfermedad...

– Es una forma de sentirse apoyada. He visto a personas llorar haciendo la carrera (se emociona), quien lo ha vivido en primera persona o de cerca lo siente de forma especial. Solo correrla o andarla es un premio. En la carrera hay miles de historias bonitas: unión, alegría, ilusión. Quien la hace es porque está viva y porque quiere ayudar a vivir.

– Con esos sentimientos y esa perspectiva, poco más se puede decir, ¿o siempre queda algo más?

– (Se lo piensa brevemente) El Ayuntamiento de Logroño tenía que poner un monumento a la carrera de la mujer, creo que lo merece, por lo que significa. Y una de mis ilusiones es que la carrera transcurra por la Gran Vía, me encantaría, sería precioso verla de rosa, pero todavía no lo hemos conseguido. No somos conscientes de la movilización que hay en Logroño respecto a esta carrera, mucho más que en ciudades mayores. Solo me queda una pena de este día: lo difícil que es conseguir dar las gracias a todos.

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