La Rioja

Retrato de La Rioja: “Sonríe y sé tú mismo”

Los retratos imponen cierto respeto. “Sonríe, relájate, sé tú mismo”. ¿Cómo ser uno mismo con un objetivo apuntando, un flash deslumbrando y una periodista aguardando para que le cuentes tu vida, literalmente? Pues se ha conseguido. A finales de septiembre arrancaba la aventura de recorrer La Rioja, cuaderno y boli en una mano (quien escribe) y cámara de fotos, Clara Larrea, en la otra. Porque los retratos son en tres dimensiones: imágenes e historias, todo en uno.

No había apenas directrices: gente menor de 45 años, con distintos perfiles. A partir de ahí han ido surgiendo muy diferentes retratos. Porque La Rioja, aunque pequeña, es así: variada. No solo del mundo del vino vive la región. También hay ganadería, artesanía, médicos, profesores, ingenieros, agricultores, fruteros, sacerdotes, panaderos, deportistas… Y sobre todo emprendedores de su propia vida, luchadores de sueños, apasionados de su trabajo y de su pueblo o de su tierra.

Y eso es lo que ha buscado reflejar esta sección, la variedad que define a esta región. Nadie dijo que cumplir los sueños fuera fácil, ni que echar raíces fuera sencillo, pero estos retratos son un reflejo de que quien la sigue la consigue, con momentos más felices y con otros más complicados.

La primera estación fue Anguiano, donde todo empezó de forma grandiosa: con 45 minutos perdidas en medio de un precioso, pero solitario, hayedo. Nuestro retratado, Diego Díez ‘Gorrilla’ partió como alma que lleva el diablo en busca de sus más de seiscientas ovejas… Y ahí no aparecía nadie, solo, de vez en cuando, algunos de los mastines que vigilan el rebaño. Finalmente, apareció el ‘arreaovejas’ y sus compañeras de lides. Después la película acabó degustando unas alubias de Anguiano.

A partir de ahí podía pasar cualquier cosa, pero se ‘normalizó’ y empezó el viaje por toda la región: de punta a punta. De Cervera a Ezcaray, de Haro a Alfaro, de Logroño a los Cameros. 24 destinos y más de 2.000 kilómetros para dibujar con pequeñas pinceladas cómo es La Rioja de principios del siglo XXI.

Anécdotas, mucho aprendizaje y sobre todo la gran suerte de descubrir historias originales, personas cercanas y maravillosas y la sensación de que La Rioja solo tiene de pequeño el territorio y el número de habitantes: porque su gente es inmensa. Al menos los que hemos retratado en NueveCuatroUno. A todos, gracias.

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