nuevecuatrouno

17 de marzo de 2019

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La Rioja es una región con encanto. Pequeña, pero con diversidad de paisajes y opciones. Y alojarse en ella va de la mano de esa variedad y encanto. Pero, ¿dónde pernoctar si se busca ese lugar especial? Para todos los gustos y lugares: con gran conexión con el mundo de enológico que tanto identifica a la comunidad riojana y también el valor etnográfico de las construcciones de piedra, en la que se entremezcla la modernidad y la tradición.

El último en llegar ha sido Palacio Tondón, en Briñas, que como ellos mismos definen es un “Palacio del siglo XVI con vistas a los viñedos del Tondón, de donde toma su nombre”. Se trata, por tanto, como explican, de un singular conjunto arquitectónico rodeado de viñedos y montañas donde se conjuga tradición e historia con innovación y sostenibilidad. La gastronomía y el relax son dos de sus señas de identidad.

Hotel Finca de Los Arandinos (Entrena) es una de la opciones que apuesta por el diseño moderno y la decoración de vanguardia, merced a la aportación del diseñador David Delfín. Ubicado en un paraje desde que se otean viñedos, con spa y el restaurante Tierra, se enclava en una bodega elaboradora de vino de Rioja, con lo que en un mismo espacio es posible disfrutar de una experiencia completa.

Hotel Villa de Ábalos (Ábalos), una casa solariega del S.XVII rehabilitada, con interiores en los que se combinan modernidad con tradición en cada rincón. También cuenta con su propia zona de bodega y comedor para disfrutar de la gastronomía riojana. Un jardín y una biblioteca son otras de las estancias más preciadas.

Hospedería Teatrisso (Cuzcurrita de río Tirón): Una de las opciones más originales en cuanto a concepto, ya que conecta distintas artes con el hospedaje. Y es que cada habitación tiene una ambientación diferente, relacionada con una película de variados géneros: desde westerm, folk, clásicos… “Permite hacer un viaje en el tiempo a través del mobiliario, la decoración de las estancias, los ambientes creados, etc.”.

Hotel Solar de Febrer (Tirgo): Esculturas modernas, habitaciones funcionales y de estilo contemporáneo se entremezclan con sapiencia con la arquitectura más tradicional, de paredes de piedra, etc. Son las señas características de esta casa solariega de Tirgo, donde reina la tranquilidad y el descanso.

Hospedería Palacio Casafuerte (Zarratón): Imponente, muy cerca de la iglesia de Zarratón, este edificio de piedra de sillería, con vestigios del siglo XV, guarda en su interior zonas para eventos, puerta en arco de medio punto y amplias habitaciones. La que antaño ocupó la residencia del antiguo conde de Casafuerte, Yosef Montoya, es una hospedería de lujo con amplio jardín y zona exterior.

Real Casona de las Amas (Azofra): En pleno municipio de Azofra, esta edificación data de finales del siglo XVII, fecha en la que Don Tomás de Alonso de Ojeda y Tejada mandó construir este atípico palacete, con pórticos, blasones y gran encanto, que lleva el nombre de ‘Las Amas’ en honor de las tres propietarias de los años 70 del siglo pasado. Entre los servicios que ofrece, además del alojamiento, está el spa, una piscina exterior, solarium, etc.

Hotel Calle Mayor (Logroño): En el corazón del Casco Antiguo de Logroño, en un palacete del siglo XVI, se encuentra el hotel Calle Mayor, que como su nombre indica, se ubica en una de las vías más históricas de la capital riojana. En este caso se entrelazan el pasado, con el arco de medio punto, bajo el que se accede, y la piedra de sillería o las vigas de madera, con un diseño interior minimalista, luminoso y colorido, y moderno. Todo ello, con el detalle y la naturalidad por bandera.

Señorío de la Murada (Ortigosa de Cameros): En la sierra camerana, con un entorno privilegiado, esta villa palaciega de finales del siglo XIX dispone de un extenso jardín de más de 2.000 metros cuadrados, donde, por ejemplo, se ofrece la posibilidad de disfrutar de barbacoas a la luz de la luna. Un lugar de rincones con encanto, cenadores íntimos, etc., con su característico recinto amurallado.

Hotel Bienestar Balneario de Grávalos: Una de las posibilidades que más relax ofrece es la visita a un balneario, como el de Grávalos, en La Rioja Baja, en una zona declarada Reserva de la Biosfera y Reserva Starlight, por la calidad de su cielo nocturno. Se trata de un moderno balneario construido sobre un manantial de aguas minero-medicinales, utilizadas en la época de los romanos, y cuyo actual balneario fue creado en 1850.

Hotel La Capellanía (San Asensio): En La Rioja Alta, en San Asensio, enclavado en una casa solariega de piedra de sillería de finales del siglo XVIII, se erige este alojamiento de La Capellanía, que traslada en sus habitaciones a experiencias de hospedaje señorial.

Así pues, La Rioja también puede recorrerse a través de sus alojamientos con encanto, disfrutar de ella, de sus paisajes, de sus vinos, de su gastronomía y, por supuesto, del hospedaje. Porque como canta en el Himno a Logroño, “nadie en Logroño (véase La Rioja) se siente extranjero”.