La Rioja

Encuentro en la universidad: “Cuando la fiesta quiere ser para todo el mundo”

Un centenar de personas -entre colectivos de alumnado universitario, vecindario de San José y Madre de Dios, profesionales del barrio (medicina, educación, trabajo social) de servicios asociativos, municipales y autonómicos, asociaciones vecinales y de origen extranjero- han formado parte del Encuentro Cívico sobre Fiestas Universitarias: “Todos estamos en la fiesta”.

En él han compartido espacio e ideas sobre cómo reconducir las fiestas universitarias para reducir su impacto en el espacio público del barrio. Este intercambio de razonamientos y miradas diferentes permite que la fiesta sea entendida por el entorno social, especialmente diverso, de San José y Madre de Dios.

La jornada es una de las acciones del denominado Grupo Motor de Promoción de Convivencia en Fiestas Universitarias, surgido dentro de la Comisión Infancia y Juventud del Proyecto ICI, a propuesta de la UR y de la Asociación Vecinal Madre de Dios, para mejorar la convivencia y la integración de la universidad en los barrios de San José y Madre de Dios.

Este espacio recoge la experiencia desarrollada por la Asociación Vecinal Madre de Dios para mejorar el impacto de la Fiesta de Barras, mediante la implicación del vecindario, con el Ayuntamiento de Logroño y el protagonismo de los jóvenes.

Este grupo plural intenta evitar conductas poco edificantes en el espacio público, por parte de algunos jóvenes, universitarios o no, que, aprovechando la fiesta, provocan molestias en el entorno cercano. Molestias como: suciedad, irresponsabilidad, faltas de respeto a la diversidad de personas que comparten el espacio público (en especial, escolares de infantil y primaria, de familias de diferentes orígenes culturales), conductas sexistas, inseguridad, estilos de ocio poco saludables, con riesgo de segregación cultural en un barrio donde la diversidad es la norma.

Ante esto, desde el conocimiento disponible y la experiencia acumulada, el grupo ha llegado a la conclusión de que tratar de prohibir las fiestas no es el camino. Se trata de un tema muy complejo dada la alta tolerancia social ante el consumo de alcohol y la desinhibición que provoca.

Reconoce que desconocen la solución inmediata, sin embargo, sus integrantes están convencidos de que los cambios positivos han de pasar por: dar protagonismo a la propia juventud y poner en valor sus actitudes positivas, priorizar el diálogo frente a la confrontación, conocer los diferentes usuarios y usos del espacio público, implicar a la ciudadanía, sus técnicos e instituciones y proteger los entornos sensibles, como los centros escolares, de imágenes poco edificantes.

Pero, sobre todo, frente a medidas puntuales, plantean un proceso de diálogo continuo que ayude, a medio plazo, a experimentar medidas consensuadas que puedan generar cambios positivos en el barrio y documentar toda la experiencia.

La inminencia de la celebración del San Pepe marcará un primer hito en este proceso, para valorar si este enfoque, arroja resultados.

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