Entre lo trágico, lo cómico y lo bizarro. Cada cual con su estilo. Porque al carnaval se le llora como a uno le nace de dentro. Pues lo mismo a alguien le da la risa nerviosa cuando intenta encarnar a una plañidera que caer rodando escaleras abajo del dolor (literal).
La Plaza del Mercado de Logroño ha despedido entre lágrimas (de risa y de pena) a Don Carnal para darle la bienvenida a Doña Cuaresma en un entierro de la Sardina que los actores de Sapo Producciones han convertido en algo digno de ver. La segunda edición del Concurso de Llantos ha repartido cien euros en metálico, alguna que otra cebolla y también pedreas en forma de guindilla. Pero, sobre todo, lo que más ha repartido han sido carcajadas. Pasen y vean. Porque esto es digno de ver.
