La Rioja

Lo que hay que ver: ‘El ocaso de una estación’

Durante más de seis décadas, sus dársenas y andenes han sido testigos de los primeros pasos de los visitantes que llegan a Logroño con toda suerte de objetivos y equipajes. Ahora, la estación de autobuses apura sus últimas semanas de vida útil, ante la próxima inauguración de la nueva instalación entre Lobete y Cascajos.

Mientras llega ese momento, los vehículos siguen entrando y saliendo de un espacio que pronto adquirirá un nuevo uso, con una treintena de destinos diferentes. Así es un día normal en la ‘nave nodriza’ del transporte de pasajeros más concurrido en la capital riojana.

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