“¡Un rayo del sol! ¡Uoh oh oh! ¡Me trajo tu amor! ¡Uoh oh oh! ¡Un rayo del sol! ¡Uoh oh oh! ¡A mí corazón! ¡Uoh oh oh!”. Lo cantaban Los Diablos. Lo que no sabía el grupo catalán -original de Hospitalet- era que en Logroño un rayo de sol trae gente a mares al parque de La Grajera. El adelanto de la primavera que estos días vive la región ha animado a los logroñeses a acercarse hasta el pulmón de la capital riojana. Completo.
Asar unas chuletillas, pasear, dar una vuelta en bici, tomar el vermú, ver animales entre árboles, hacer deporte (se celebraba la carrera Entreculturas), pescar… el plan no puede ser mejor para este domingo de febrero en el que se rozan los veinte grados en Logroño. Todos al contacto con la naturaleza. Con niños, en familia, con amigos, en pareja, en solitario… cada uno elige la compañía que más le convenga.
Y como en Logroño el coche se coge casi hasta para ir a mear, el aparcamiento y sus aledaños presentaban este ‘fantástico’ aspecto con todos los vehículos agolpados como si no cupiera un alma.
