Tras superar en 2017 el siempre exigente obstáculo de la sequía, la Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite de La Rioja mantiene su tendencia al alza y certificará este año entre 500 y 550.000 litros certificados por el sello de calidad.
El Consejo Regulador ya ha dado por cerrada la campaña de 2018, en la que se molturaron 4,4 millones de kilos de aceituna con Denominación de Origen, esto es, casi un cinco por ciento más que en la anterior. Los datos constatan el buen momento que atraviesa una DOP joven pero que no para de crecer tanto en términos numéricos como cualitativos.
“En 2018 llovió durante todo el año y el olivo ha podido recuperarse de la sequía que venía sufriendo los ejercicios anteriores”, explica la técnico del Consejo Regulador, Elvira Cantabrana. Y a pesar de que la cosecha ha sido desigual según las zonas, “en su conjunto los árboles traían una buena carga de aceituna y el fruto ha llegado al momento de recolección en buen estado sanitario”.
Desde el Consejo recuerdan que la recolección comenzó con dos semanas de retraso respecto a la campaña anterior, si bien aquella fue temprana, y ha transcurrido sin incidencias que reseñar. Los técnicos de la DOP “están analizando los aceites obtenidos y, según estos primeros estudios, el obtenido este año es un aceite aromático, con un ligero amargor y picor medio”. El Aceite de La Rioja se caracteriza por ofrecer “aromas muy peculiares que les vienen conferidos por las condiciones de clima y suelo de nuestra región”.
El medio millón de kilos de ‘oro líquido’ riojano con Denominación de Origen Protegida “se comercializará -entre otros destinos- en diversas zonas del norte de España y en países del extranjero como Alemania, Francia, Inglaterra, China, Japón o Brasil”.
