La Rioja

El difícil regreso de Senegal a Navarrete: “Volvemos con una gran pena”

Cuentan los viajeros que el trayecto más difícil es siempre el de regreso. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. Y ahora Celes y Alicia, el matrimonio que regenta el albergue de peregrinos de Navarrete, dan buena cuenta de ello.

“Regresamos con una gran pena”, señala Celestino Alonso a NueveCuatroUno, mientras hace las maletas para regresar este jueves a Navarrete desde la región senegalesa de M’bour, donde ha pasado junto a su esposa las últimas semanas en la última misión de la ONG ‘Hospitaleros sin fronteras’.

A este matrimonio de riojanos le ha tocado la fibra comprobar por primera vez ‘in situ’ cómo la ayuda humanitaria que llega a esta deprimida región de Senegal surte efecto: “Funciona genial la explotación ganadera, que tiene vacas y cabras que proporcionan la leche con la que luego elaboran el queso y, sobre todo, la escuela. Está fenomenal, ¡los niños hablan cuatro idiomas aun siendo tan pequeños!”.

Celes y Alicia no solo han disfrutado con la hospitalidad de los pequeños senegaleses, de entre 3 y 7 años, que estudian en la escuela ‘Arc en Ciel’, con la que colabora desde hace tres años el Gobierno de La Rioja, a través de la ONG Coopera. Además, han podido conocer a un paisano: “Hemos visitado a Rafa, un ingeniero agrónomo de Logroño que lleva aquí diez años, se ha casado con una senegalesa y tiene una hija de siete meses; se nota la ayuda que llega de nuestra región”.

Este jueves toca el agrio momento de las despedidas, de recoger el equipaje y regresar a casa. Esta vez, para volcarse en la atención de otro tipo de necesitados, los fatigados peregrinos que llegan cada día al albergue ‘El Cántaro’.

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