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Rojos, blancos, verdes y amarillos

La cita de Las Gaunas medirá la robustez del muro defensivo local contra el ardiente ataque visitante

Rojo: es el color de la sangre. El rojo anaranjado es el color de las llamas. El rojo es el color de la camiseta del Calahorra y la primera de las franjas de la roblanvera. El rojo es uno de los principales colores de la naturaleza, y sin duda uno de los más viscerales colores existentes. El rojo es Eduardo Ubis en punta de lanza. No halla descanso hasta que hace daño, vierte sangre y festeja contra quien sea, mandando callar porque así lo siente. Y se le quiere por ello. Porque juega con las tripas, que es la única forma de entender este juego cuando te manejas con cierta suficiencia por el Grupo II de los Urritxe, Urbieta, o La Planilla. El rojo es Ubis como máximo artillero del Calahorra.

El rojo es Parla partiéndose la cara en cada partido. El centrocampista acorta con poderío físico y entrega máxima el espacio entre el error defensivo de sus compañeros y la virtud de ganarse el derecho de mirarles a la cara en el vestuario sin recriminarles no haberlo dejado todo por su compañero de al lado. Parla es rojo pasión en la parcela ancha de un Calahorra que mira con más solvencia hacia arriba que hacia abajo, pero Parla se parte la nariz por quien haga falta. Es la chispa para un fuego que avivan peloteros como Adrien Goñi o Emilio. Un fuego que arde en la vanguardia con 31 goles a favor, pero quema en la retaguardia con 34 quemaduras recibidas.

Convocatoria del Calahorra: Nacho Zabal, Gonzalo Gómez, Cristian Fernández, Yasín Iribarren, Alberto Morgado, Javi Barrio, Jon Echaide, José Franco ‘Regino’, Sergio Parla, Emilio Lozano, Raúl Almagro, Adrien Goñi, Xabi Auzmendi, Aly Coulybaly, Samuel Obeng, Edu Ubis, Sergio Benito, Fernando Carralero e Isaac Manjón
Bajas: Xabi Cárdenas y Txomin Barcina.

Blanco: Es el color del hielo. El blanco es un color acromático que normalmente se contrapone al negro por ser justamente lo contrario: es la claridad absoluta, o la ausencia de oscuridad. El blanco es una parte fundamental de la camiseta de la Unión Deportiva Logroñés, y la segunda franja de la bandera riojana. El blanco es Caneda sacando el balón jugado desde atrás. Es la claridad absoluta. El blanco es Caneda anticipándose a ‘nueves’ más superiores en lo físico. Juega con la cabeza, sabedor de que a sus años está en posesión de la verdad absoluta. Esa que solo llega a través de la experiencia y sobre todo de la honestidad que otorga amar un deporte que no le impide bajar al barro para sacar a muchachos más jóvenes de líos monumentales como en los que estuvo este equipo hace, parece, ya media vida.

El blanco es el color del muro defensivo más tocho de toda Europa. El blanco es la perfección de un ejercicio defensivo que empieza por Marcos André, Ander Vitoria, Rayco, que siempre se detiene y genuflexa ante Rubén Martínez, y que comienza a solidificar en iceberg a partir de Andy, Carles Salvador, César Remón… Y llega a permafrost cuando el asunto de la pelotita en posesión del contrario transita por la zona de Javi Flaño, Juan Iglesias, Caneda, Borja García, Mikel Santamaría, Pablo Bobadilla, Jaime Paredes e Iñaki. Ahí, la luz blanca es tan poderosa que se traga la oscuridad.

Convocatoria de la UD Logroñés: Miguel, Buigues, Santos, Juan Iglesias, Caneda, Bobadilla, Santamaría, Iñaki, César Remón, Carles Salvador, Andy, Olaetxea, Víctor López, Rubén Martínez, Ñoño, Rayco, Marcos André, y Ander Vitoria.
Baja: Jaime Paredes.
Por decisión técnica se quedan fuera: Borja García, Flaño, Pedrito y Ousama Siddiki.

Verde: El verde es la vegetación. Se asocia con la fertilidad. Simboliza esperanza y dinero. El verde son los bosques de la sierra y el vergel del valle riojano. El verde es la tercera franja de la roblanvera. El verde son las dos aficiones que se han mostrado animosas y amistosas durante estos días previos al partido. En el habitual secarral del fútbol riojano, del que se aleja la gente por razones sociales incomprensibles, por desconocimiento, y porque no están afectados por el ‘picorsito’ del infrafútbol, este derbi es una gran oportunidad para reivindicar lo propio, que esta Segunda B es una delicia, o al menos es nuestra delicia. El verde es subir de Calahorra a Logroño para ir a Las Gaunas, y junto a otros riojanos, ver cómo unos jugadores, muchos de ellos riojanos, buscan celebrar una fiesta con una pelota de por medio. El verde es la esperanza que siente el aficionado que con su bufanda se mezcla con otros y abraza a un desconocido en un fantástico abrazo de gol, que le hará un poquito más feliz. El verde es ver a Ventura Martínez (Chef Nino) por La Planilla, y a Fernando Saenz Duarte (Obrador Graté), por Las Gaunas, y reconocer que lo importante es que gane el mejor, a ser posible su equipo, pero que el único camino que debemos transitar juntos es el que te lleva hacia el fútbol profesional, donde toda la región salga beneficiada.

Pero el verde también se asocia con lo venenoso. Cada uno deberá estar atento consigo mismo y sus compañeros de grada para que nada ni nadie estropee esta fiesta. La grada es necesaria para una región, que nadie se haga dueña de ella.

Amarillo: es el menos estable de los colores. Es el más contradictorio. Es la cuarta franja de la bandera riojana. Y el amarillo es el color de los políticos riojanos aguantando la respiración a la espera de no se sabe muy bien qué. Bueno, sí, “un ascenso”, tal y como dijo el pasado verano Javier Merino en una rueda de prensa complicadita para el presidente de Logroño Deporte. “Un ascenso solucionaría todos los problemas”, vino a decir. Para a continuación seguir manteniendo la respiración hasta la asfixia.

“Este derbi es un grito por la necesidad de la sociedad riojana de tener un referente en el fútbol riojano. Es necesario tener un equipo que ayude a ser motor económico de la región. Y este partido nos está sirviendo para creérnoslo, para ver que es posible, para querer participar en esta fiesta, y observar que interesa. El fútbol es una locomotora deportiva, económica y social. Y ahora que entramos en época electoral me gustaría escuchar esto de los políticos riojanos: su apoyo a algo que puede ser uno de los motores económico, deportivos y sociales de la región”, apunta el periodista Chus del Río.

Los rojos, los blancos, los verdes y los amarillos, todos juntitos, no en una bandera, sino en un proyecto de futuro que le siente de lujo al común de los riojanos, aunque todavía no lo sepan. Los que lo ven venir estarán este domingo en Las Gaunas.

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