Valdezcaray sigue mirando al cielo. Poco a poco, un manto de nieve va cubriendo las faldas de la estación de esquí. La montaña más alta de La Rioja sigue tiñéndose de blanco, pero aún no es suficiente para que las pistas puedan funcionar. La instalación abrió el pasado 1 de diciembre para uso turístico, aunque los esquiadores deberán esperar, al menos, hasta la próxima semana.
A pesar de la mejoría de la situación, aún no hay suficiente nieve. En los próximos días, se esperan constantes precipitaciones. Aun siendo de intensidad leve, podrían servir para arrancar la temporada. El comienzo del invierno está siendo harto complicado. La campaña del Puente de la Constitución y Navidad se han ido al garete. Eso supone un perjuicio directo para todo el valle alto del Oja, donde el turismo invernal ocupa un gran porcentaje de su economía.
Valdezcaray, el pasado fin de semana | Fuente: @Lorenfabi (Twitter)
Gonzalo Morrás, gerente de la instalación, no quiere ponerse plazos. “No podemos mojarnos. No vale con decir que vamos a abrir. Tenemos que decir qué partes pondremos a funcionar porque esto no es un polideportivo donde pones la calefacción y ya está. Aquí entran en juego muchos factores. Nunca será antes del sábado y tampoco sabemos si será total o parcial”, ha explicado. La propia estación sacará en los próximos días un comunicado de prensa.
Además de la recogida natural, la instalación puede fabricar nieve artificial en el 55% de sus 22,35 km esquiables. Para poder activar el proceso, se necesitan temperaturas iguales o inferiores a 2,5 grados. La buena noticia es que ha llegado el frío y se produce nieve desde hace un par de semanas. Asimismo, se prevén nevadas a partir del miércoles 23, según ha señalado José Calvo (Meteosojuela). Si nada cambia, las condiciones son favorables para completar el proceso.
“Es un desastre”
El alcalde de Ezcaray, Diego Bengoa, se muestra pesimista. “Es un desastre, cada día que no abrimos es peor. No hay mucha nieve ni parece que vaya a haber en un futuro”. Sobre el impacto directo para la comarca, lamenta la pérdida de oportunidades de trabajo: “Trabajan más de cien personas cuando está abierta y ahora con el uso turístico sólo están cinco o siete, es nefasto”.
Por suerte, todo puede cambiar a partir de la semana que viene. El tiempo y sus caprichos. Esperamos el oro blanco.
