La Rioja

El aeropuerto de Vitoria ‘deja en tierra’ al de Logroño

El aeropuerto de Vitoria ha crecido un 1.260% en pasajeros en tres años, mientras Agoncillo solo un 23%

Esta semana hemos conocido que el aeropuerto de Logroño-Agoncillo cerró 2018 con un incremento de casi siete puntos en su número de pasajeros, contabilizando un total de 21.381 viajeros. Buenas noticias, pensaría el común de los mortales. Y lo son. Pero el problema, como en tantas otras ocasiones, aparece al mirar alrededor.

Porque si en La Rioja nos felicitábamos de los datos difundidos por Aena, en Vitoria aún deberán estar viviendo las consecuencias de una fiesta descomunal. No solo porque a lo largo del pasado año 140.945 personas tomaran aire o tierra desde el aeródromo alavés, sino porque, además, el ascenso en su actividad se ha disparado en tan solo tres años.

Ese periodo es lo que ha tardado Vitoria en multiplicar por doce su tránsito de pasajeros y dejar como un mal recuerdo del pasado los 11.182 viajeros que registró en 2015. Y en este punto es cuando las comparaciones con Logroño-Agoncillo se vuelven odiosas: mientras en La Rioja la actividad ha crecido un 23%, en Vitoria lo ha hecho en un 1.260% y mientras que Logroño ha ganado 6.400 pasajeros, la capital vasca se ha apuntado 129.763 más al año.

El efecto Ryanair

¿Qué explica este fenómeno en la provincia vecina? A buen seguro no existe una única causa que lo explique, pero no resulta descabellado afirmar que hay una relación directa entre el hecho de que Ryanair opere en Foronda y su tráfico de pasajeros. En 2016 la aerolínea irlandesa de bajo coste fue la única participante en el concurso público convocado para operar desde Vitoria y ese año el aeropuerto experimentó su primera eclosión: un incremento de pasajeros del 230% que tuvo su continuidad en el ejercicio siguiente (+128,3%) y también el pasado año (+67,3%).

La tendencia es clara. La capital vasca está muy cerca de alcanzar el volumen de viajeros anterior a la crisis económica y aquí también aparece una relación directa con Ryanair, porque Foronda ‘tocó techo’ en el año 2007 con 173.878 pasajeros. Casualmente, el 26 de octubre de aquel mismo año la compañía irlandesa anunció que cancelaba sus vuelos desde Vitoria y ¿qué ocurrió? Pues que el tráfico de viajeros cayó en picado entonces.

Casi 134.000 pasajeros dejaron de transitar por sus terminales y el aeródromo no volvió a levantar cabeza hasta que la aerolínea de Tony Ryan regresó hace ahora tres años, ofertando en la actualidad vuelos internacionales a Italia (Milán) y Alemania (Colonia), además de a destinos nacionales como Sevilla, Mallorca o Tenerife. Para más ‘inri’, la publicidad del aeropuerto de Vitoria se ha intensificado en las últimas fechas, llegando a ocupar marquesinas en la principal avenida de Logroño: la Gran Vía.

En ese valle vitoriano, Agoncillo fue capaz de pescar en río revuelto: en los años 2013, 2014 y 2015 el aeropuerto riojano registró mejores datos de pasajeros que el vasco, aprovechando una tendencia alcista que, en cambio, se ha producido a mucho menor ritmo que la recuperación de Foronda, que en breve volverá a contar con licencia para operar durante las 24 horas del día.

No es un caso aislado

La situación del aeropuerto de Agoncillo, en cambio, no representa un caso aislado. Sobre la base de los datos difundidos por Aena, es cierto que se sitúa como la infraestructura aérea con menor actividad de todas las de su entorno, solo por delante del aeropuerto de Burgos en número de pasajeros (si bien la ciudad castellanoleonesa contó el pasado año con casi ochocientas operaciones más que Logroño).

Pero también lo es que al comparar el flujo de viajeros con el de los aeropuertos de otras provincias con similar población (de entre 300 y 400.000 habitantes), La Rioja no sale del todo mal parada: Salamanca, Burgos y Albacete cuentan con menos movimiento y solo Vitoria rompe la tendencia generalizada.

A la condición de cada lector queda deducir si el aeropuerto de Agoncillo está en disposición de experimentar un cambio de inercia como el que ha experimentado Foronda o si, por el contrario, le toca conformarse con la situación a la que quedan abocadas la mayoría de capitales de provincia de similar tamaño. Pidan pista.

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