¿Habrá merecido la pena la espera? ¿Y la pelea? ¿Y la división interna? El presidente del PP, Pablo Casado, ha proclamado esta mañana en Logroño lo que era un secreto a voces desde la última hora de este jueves: José Ignacio Ceniceros será el candidato a la Presidencia de La Rioja y Cuca Gamarra optará a conseguir la Alcaldía de Logroño por tercera vez.
Sin sorpresas. Apelando a la unidad. Prometiendo lealtad. Ni un cambio en las cabezas de cartel de las dos principales aspiraciones políticas de la región en las elecciones del próximo mes de mayo. Porque cuando despertaron del congreso celebrado en Riojaforum, el PP seguía allí. Y avanza con un paso no tan firme como en anteriores ocasiones hacia la próxima cita con las urnas.
El restaurante Delicatto ha sido testigo de la proclamación de ambos candidatos, tras varios días en los que la incertidumbre ha reinado en todos los estamentos del PP de La Rioja. Nadie sabía nada ni quería hacer una apuesta de verdad. Todos jugaban sus cartas y escondían su mano hasta el último momento.
El Hotel Los Agustinos fue en la tarde del jueves el particular Salón de los Espejos del Palacio de Versalles para Ceniceros y Casado. En el monumento francés se firmó la paz de la Primera Guerra Mundial, pero hubo una Segunda pocos años más tarde. En el PP riojano, quién sabe: Llevan desde el congreso de 2017 (o antes) tirándose los trastos a la cabeza. En aquel congreso también el PP apeló a la unidad.
Decisión salomónica. Fumata blanca. Tregua azul. Calma tensa. Todo vale para describir la negociación que ha finalizado con los candidatos autoproclamándose tales, primero Cuca, después José Ignacio, en el conocido restaurante de la capital riojana. Ahora toca activar la maquinaria electoral y las carreras personales deben esperar hasta conocer los resultados electorales. Turno también para los segundos espadas. Hay que coger sitio.
