Una de cal y una de arena en Valdezcaray. La estación de esquí riojana recibió el jueves un regalo del cielo que el cielo le ha ‘robado’ al día siguiente. De una nevada más abundante de la esperada, a “lo peor para la nieve” en apenas 48 horas.
“El jueves nos habían pronosticado entre uno y dos centímetros de nieve y cayeron entre diez y quince; nos llevamos una grandísima sorpresa pero ya intuíamos lo que iba a pasar después”, explica a NueveCuatroUno el gerente de Valdezcaray. De cara a este fin de semana “no hemos podido poner los cañones en marcha porque solo ha habido una hora con condiciones favorables, que es lo que cuesta poner en marcha el sistema”, añade Gonzalo Morrás, quien subraya que “hace una humedad tremenda, del 100%, que es lo peor para la nieve porque la pudre”.
Por el momento, la estación riojana mantiene abiertos los servicios de hostelería y una telesilla para el uso peatonal, la que sube desde el aparcamiento a la cafetería. Aun así, “hay muy poca gente porque está el día muy malo”.
Lo que está por venir
Con la información que manejan en Valdezcaray, va a ser difícil que los esquiadores puedan practicar su deporte favorito en lo que queda de año: “La tendencia a quince días no arroja ninguna gran nevada, tanto aquí como en el Pirineo. La situación es generalizada en todo el país y Sierra Nevada es la única estación que se ha escapado de la quema, con un puente magnífico y muchos kilómetros para esquiar”.
“Es muy probable que de cara a Navidades esté muy comprometido pensar que podamos abrir la estación, salvo que haya una evolución meteorológico favorable”, señala Morrás, quien explica que “solo hay un pronóstico que apunta a que a finales de diciembre y principios de enero pueda darse una situación totalmente distinta a la actual; estamos un poco ilusionados con que eso se produzca, pero la situación es de moderada preocupación”.
No es la primera vez que la estación riojana vive un panorama similar. De hecho, su gerente recuerda que “aquí lo normal es que nieve la segunda quincena de enero”. Por eso, avanza que ” intentaremos alargar un poco la temporada, por el hecho de que la Semana Santa cae muy tarde este año”.
En ese caso, destaca que “si abrimos a principios de enero y acabamos el 28 de abril tendríamos cuatro meses con fechas interesantes como el Carnaval y la fiesta de San José en comunidades limítrofes, en las que pueden animarse los esquiadores que a lo mejor no acuden a la estación en navidades”. La respuesta, como siempre, solo la tiene el clima.
