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El deseo sustituye al miedo

La UD Logroñés empata ante la Real B en un partido vibrante, intenso y con alternativas, donde Rayco y Ander Vitoria, que ha hecho el empate, han podido ganar el encuentro en la segunda mitad, pero un gran Zubiaurre lo ha impedido  en sendas ocasiones. El equipo de Sergio Rodríguez está listo para la batalla de Anduva.

El miedo ha perdido la batalla del fútbol en Las Gaunas. El deseo se ha abierto hueco a base de hostias contra el muro de las necesidades. Hace nueve semanas, el temor estaba instalado en el sistema nervioso de un equipo abiertamente plano y desesperadamente taciturno. Hace nueve semanas hubo quien deseó incluso la derrota de su equipo. Esto es así. El cuerpo como que les pedía un cambio… o varios. Parecían cansados de ver siempre las mismas caras.

Ander Vitoria marca el gol del empate. Eduardo del Campo.

Hace nueve semanas, contra el Real Unión, el miedo hizo temblar más de una pierna y alguna que otra voluntad. Lo que no temblaron fueron la mano del técnico y la actitud de los jugadores, que aceptaron la crisis como el cambio hacia una nueva oportunidad para hacer bien las cosas. Se vieron ante el espejo todos sus defectos, los aceptaron, los asumieron como propios, y palo tras palo, y victoria tras victoria, unos días otros, otros partidos, otros, este equipo ha sabido cogerle el aire a la categoría, al áspero Grupo II, y nueve semanas después, pese a las muchas e importantes bajas, lo que hubiera sido un desastre: un empate como el de este domingo, se observa como un buen resultado, porque lo es; y porque permite ver que este equipo está listo, como nunca antes parecía haberlo estado, para superar de una vez por todas al Mirandés en Miranda, que en muchos aspectos es el espejo de la princesa a la que nos gustaría parecernos y asomarnos al menos una vez. Es aquello de que si ellos pudieron, pues nosotros también, que algún días nos tocará. Pero primero habrá que ganarles de una vez por todas.

Y pese al empate de este domingo, el equipo y la afición parecen creer más que nunca que esto, la victoria, es posible. Porque pocos equipos más intensos que el riojano, porque pocos jugadores más involucrados los noventa minutos que los futbolistas de blanco y rojo, porque pocas defensas más apretadas que la propia, porque pocos centrocampistas mejores que Carles Salvador, porque Cebriá el pasado sábado y Zubiaurre este domingo han impedido que los riojanos lograran una goleada que han buscado desde el primer minuto con ahínco. Vayan sumando: la ha tenido Ñoño en el minuto 3, Vitoria en el 5, ha marcado Thior en el 7 tras una gran jugada de los txuriurdin, la ha vuelto a tener Vitoria, otra de Ñoño, otra de Rubén Martínez, otra de Carles Salvador… Y esto solo en la primera parte. Porque en la segunda, tomen nota: ha marcado Ander Vitoria en un córner, la ha tenido Rayco en un gran remate de cabeza, la ha vuelto a tener Vitoria tras otro córner… Pero Zubiaurre ha estado a la altura de un meta que pronto estará en Primera división…

No se ha acertado. Estas cosas pasan. Quizás en demasiadas ocasiones a lo largo de este año. Y así es más difícil ganar los partidos. Andan Rubén Martínez (sobre todo la semana pasada), pero sobre todo Rayco faltos de acierto, también Vitoria, pese al tanto de este domingo. Está Rayco un paso por detrás de sus compañeros, lo que no le deja atrás, sino que más bien le iguala con el resto de jugadores top de esta categoría. Por eso no acaba de ser decisivo, de marcar o asistir para ganar encuentros como el de este domingo, ante buenos rivales que saben hacer las cosas igual o mejor que los locales y que solo los pequeños detalles permiten decidir hacia qué lado caen los puntos. Es el siguiente paso, el individual, el que necesita este equipo para superar a los mejores del campeonato. Y el Mirandés, sin duda lo es. Porque en lo colectivo, el miedo ha dejado por fin paso al deseo. Esto es un equipo hecho y derecho. Está profundamente bien trabajo. Es desde la intensidad desde donde se manejan los encuentros, y ante un contratiempo como el tanto de Thior en el minuto 7, el equipo tiene capacidad de sobra para sobreponerse y seguir a la suya, que es empatar y luego continuar a por la victoria.

Es el deseo la impronta de esta nueva versión de la UD Logroñés a la que se le nota con ganas de medirse al Mirandés en Anduva. Como si fuera el primer parcial de la temporada, antes de Navidad. Como si les llegara el momento de demostrar que las buenas sensaciones pueden traducirse en buenos resultados. Porque en este curso tan complejo, se han producido victorias sin observar motivos suficientes para haberlas alcanzado, pero desde Oviedo, este conjunto ha jugado dos partidos más, es verdad que en Las Gaunas, y en los dos ha merecido la victoria. No hay dudas. Ha merecido ganar a una Real B impetuosa, talentosa, con buenas maneras y que ayuda a ver partidos divertidos. Un Sanse que no se arrugado, que ha aceptado el intercambio de golpes y que ha estado tan cerca de salirle bien como tan cerca de salirle realmente mal. Solo Zubiaurre ha evitado la goleada. No ha tenido tanto trabajo Miguel en el otro área, por mucho que un más que correcto Imanol Alguacil, técnico donostiarra, se haya empeñado en sala de prensa en poner a la misma altura.

El deseo ha llegado para quedarse, pero no ese deseo grosero, exagerado, golfo. No es el deseo de las cinco mañana. Es un deseo a sorbitos, medido, casi en su justa medida. Se está aproximando el equipo a ese momento de inspiración que en esto del fútbol permite exponer lo justo para no descubrirse en exceso. Insinuar sin enseñar para ganar si es posible, y sobre todo no perder si no es posible. Al revés de como cuando el miedo afecta a los sentidos.

Ficha técnica

UD Logroñés: Miguel; Juan Iglesias, Caneda, Bobadilla, Flaño; Rubén Martínez (Víctor López, min. 63), Andy, Salvador, Ñoño (Borja Sánchez, min. 81); Rayco y Ander Vitoria (Alí, min. 87).

Real Sociedad B: Zubiarre; Pecharromán, Aranbarri, Lapeña, Muñoz; Thior (Sola, min. 82), Guevara, Guridi (Zubimendi, min. 73), Nais; López y Olaizola (El Haddadi, min. 63).

Goles: 0-1, min. 7: Thior. 1-1, min. 66: Ander Vitoria.

Árbitro: De Ena Wolf (Colegio Aragonés). Amonestó a los locales Rayco (min. 37), Rubén Martínez (min. 45+1) y Víctor López (min. 86) y a los visitantes Olaizola (min. 44), Guevara (min. 50) y Pecharromán (min. 62).

Incidencias: 2.914 espectadores en Las Gaunas, según el club riojano.

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