La Rioja

Secuestra a dos personas en Logroño para comprar droga

Ingredientes de película thriller tiene la última detención de la Policía Nacional en Logroño: secuestro, drogas, etc. Y es que tal como informan los cuerpos de seguridad, la Policía Nacional ha detenido a un varón como presunto autor de un delito de detención ilegal, al retener violentamente y contra su voluntad a dos hombres, bajo la amenaza de ser heridos con un cuchillo de grandes dimensiones. Todo ello ocurrió el pasado fin de semana, en un piso en la zona este de la capital riojana.

Las víctimas, dos jóvenes de 22 y 33 años de nacionalidad española y sudamericana, conocían a su raptor por haber coincidido varias veces en el albergue municipal. El detenido es un varón de 44 años y vecino de Logroño, con numerosos antecedentes policiales.

Según se informa, los ‘secuestrados’ habrían sido invitados a pernoctar en el domicilio donde el detenido tenía alquilada una habitación, ya que carecen de domicilio fijo o habitual. Una vez en la vivienda, fueron obligados por el mismo a cambiar la cerradura de la puerta de entrada, mediante amenazas, y a forzar otra puerta de una de las habitaciones perteneciente a la mujer que le habría realquilado la habitación, para, seguidamente, sustraerle varias prendas de vestir y objetos de valor, con la intención de venderlos y obtener dinero para la compra de sustancias estupefacientes.

Amenazados e incomunicados

Ante estos hechos, mostraron a su conocido su malestar y la intención de abandonar la vivienda, siendo retenidos violentamente contra su voluntad, bajo la amenaza de lesionarlos con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones.

Acto seguido, procedió a retirar el teléfono móvil de uno de ellos, para que no pidieran ayuda o poder comunicarse con la Policía, mientras que les conminaba a pagarle la estancia en el piso o, por el contrario, trabajar para él vendiendo drogas, ya que, con la deuda contraída, le pertenecían sus servicios.

En un instante de descuido pudieron llamar a la Policía

Bajo el temor de que pudiera llevar a cabo sus amenazas, ya que se encontraba en un estado de gran excitación, decidieron aceptar sus pretensiones y, en un instante de descuido de su raptor, encontraron el móvil que les había arrebatado, escondido en la mesa de una de las habitaciones, con el que pudieron avisar a la Policía tras encerrarse en el baño.

Varios equipos del Grupo de Atención al Ciudadano (G.A.C.), de la Brigada de Seguridad Ciudadana de esta Jefatura, fueron comisionados rápidamente por la Sala del 091, pudiendo comprobar a su llegada al inmueble como, en uno de los pisos de la planta sexta, se escuchaban grandes gritos y su cerradura aparecía manipulada. Mientras que los agentes hablaban con el raptor y le ordenaban que abriera la puerta, a lo cual se negaba, los secuestrados pudieron salir del baño y, sorpresivamente, empujar a este y poder abrir la puerta a los agentes.

Una vez tramitadas las correspondientes diligencias policiales, los implicados pasaron junto al detenido a disposición de la Autoridad Judicial.

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