La Rioja

Los líos de Waberer’s en La Rioja: no es el primer camión que ‘la prepara’

Vale que eso de ver un camión atascado en una pista forestal de La Rioja sorprende cada día menos. Son muchos los episodios que se han venido repitiendo en los últimos años y no es un hecho rutinario, pero tampoco improbable. Pero, más allá de eso, cuando este martes hemos visto el vehículo encallado en Lugar del Río había algo que nos resultaba especialmente familiar.

Hemos recurrido a la hemeroteca y hemos corroborado que no era la primera vez que la compañía de transportes Waberer’s protagonizaba un episodio similar en la región. Ocurrió en Bañares el 26 de mayo de 2016 cuando, vaya usted a saber por qué, el conductor de la empresa húngara intentó un giro demasiado cerrado y se quedó encallado en el casco urbano de la localidad riojalteña.

Y según parece, el arrojo de sus conductores al adentrarse en callejones imposibles alcanza el ámbito internacional. En Italia se dio uno de esos episodios en los que la solución más intuitiva de un chófer es dejar el coche aparcado y salir llorando.

Cuando ocurrió el ‘atranque’ de Bañares, los camioneros perdidos en el área más occidental de La Rioja eran el pan nuestro de cada día, ya que salían a razón de un vehículo perdido cada mes. En aquellas fechas este medio ya se refería a un “tercer camión que se pierde (que se sepa)” y la prudencia siempre ha sido una de las mayores virtudes de las que se puede hacer gala.

Y es que, según han relatado a NueveCuatroUno unos vecinos que visitan frecuentemente Lugar del Río, este verano ha habido nuevos episodios similares sin que hayan trascendido hasta la fecha, con la gasolinera ‘fantasma’ de Turza como denominador común.

“Un día apareció otro camión buscándola, para sorpresa de todos los lugareños”, apuntan estos vecinos, que guardan lo mejor para el final: “La dirección que estaba buscando era de una localidad que se encuentra en el límite entre Gerona y Francia”.

Según explican, “parece que la compañía tiene algún tipo de acuerdo cerrado con algunas gasolineras”. En aquella ocasión, el conductor pudo dar media vuelta sin quedarse encallado, aunque nadie le quitó el disgusto cuando que le quedaba un buen trecho hasta llegar a la gasolinera que andaba buscando: “Cuando le dijimos que se encontraba a unos 700 kilómetros por poco le da un infarto”.

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