La Rioja

Logroño ya ‘troleaba’ 27 años antes de la llamada de ‘La vida moderna’

Esta semana no se habla de otra cosa en Logroño. La hilarante llamada de ‘La vida moderna’ al Ayuntamiento de la ciudad y la hilarante respuesta de su departamento de prensa son la comidilla de cualquier charla entre amigos o en el trabajo.

En cambio, Javier Ochagavía ha demostrado que el Consistorio de la capital riojana ya ‘troleaba’ cuando David Broncano apenas iba al colegio. Este logroñés adicto a las hemerotecas ha recuperado un recorte de prensa en el que se relata un ‘vacile’ a dos bandas entre Ayuntamientos.

Ocurrió en 1991, cuando desde Enguera (Valencia) alguien envió una petición a Logroño para resolver la incógnita que, durante años, inquieta  a medio país: ¿Cuánto miden los testículos del caballo de Espartero? En la misiva (escrita en papel oficial) se detallaba que “estamos realizando un trabajo sobre los atributos genitales del caballo del general Espartero y nos agradaría nos remitiesen una fotografía o grabado de ello”.

El alcalde de la localidad levantina tuvo que salir al paso para desmentir que desde el Ayuntamiento se hubiese elevado esa inquietud por la vía formal, pero el caso es que llegó al registro de entrada del Consistorio logroñés. Y recibió su sarcástica respuesta. Marca de la casa, parece.

En aquella ocasión, el funcionario en cuestión no interrogó a sus homólogos de Enguera sobre cuántas uves dobles conocían. Tampoco les espetó que “el perro de San Roque no tiene rabo”. Ni siquiera derivó la carta a la agencia Efe. “Si lo desean, podemos informarles de los testículos del caballo de Santiago que, a pesar de ser poco conocido, también fueron esculpidos con soberbia generosidad”. Genios.

Así, por la vía oficial, el Ayuntamiento de Enguera aprendió que el caballo de Santiago, además de ser blanco, iba bien ‘contrapesado’. Al menos, en Logroño. Así éramos y así somos.

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