La Rioja

España y Portugal desarticulan una red de explotadores en la vendimia riojana

La Guardia Civil, junto con la Policía Judiciaria y el Servicio de Extranjería y Fronteras de Portugal y en el marco de la operación TARANIS, ha desarticulado una red criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral durante la campaña de la vendimia en la Ribera navarra y riojana. Cuatro ciudadanos de origen portugués han sido detenidos y se ha investigado a otro de nacionalidad española.

Como resultado de las investigaciones se ha procedido a la identificación de un total de treinta víctimas de origen portugués, trabajadores agrícolas que estaban en condiciones precarias, varios sin estar dados de alta en la Seguridad Social.

Durante la investigación se ha podido determinar cómo los presuntos autores captaban a sus víctimas en Portugal, en entornos sociales extremadamente vulnerables, ofreciéndoles unas condiciones de trabajo aparentemente atractivas. Posteriormente las trasladaban hasta Navarra y La Rioja para realizar labores agrícolas en las diferentes campañas, en unas condiciones precarias y vulnerando muchos de sus derechos laborales.

Condiciones de trabajo infrahumanas

Las condiciones de trabajo detectadas incluían jornadas laborales muy superiores a los estándares regulados y con un sistema de remuneración en el que uno de los detenidos, conocido como el “Patrono”, recibía el total de los jornales, siendo él mismo el que realizaba el reparto una vez finalizaba la temporada, descontando la parte que el consideraba propia por el alojamiento y la manutención.

Los agentes han confirmado como alguno de los empresarios vinculados con el “Patrono” conocía presuntamente la dinámica delictiva, prestándose a contratar a los trabajadores, a sabiendas de las condiciones descritas. Entre las víctimas había una menor portuguesa, de 16 años de edad. Otra víctima (también de origen portugués), que llevaba en España diez años, fue “vendida” por una cantidad de dinero a uno de los detenidos.

El “Patrono” contaba con varios colaboradores, de nacionalidad portuguesa, que realizaban labores de control sobre las víctimas en los lugares donde pernoctaban, hacinados y en condiciones totalmente insalubres y antihigiénicas. Estos alojamientos se ubicaban en las localidades de Alcanadre y Bergasa (La Rioja): allí, según las propias víctimas, en tres o cuatro habitaciones podían pernoctar más de 25 personas, por las cuales el “Patrono” les cobraba la cantidad de 20 euros al día a cada uno de ellos.

La operación TARANIS ha sido desarrollada por miembros de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Navarra, que han contado con el apoyo de la Inspección de Trabajo de España y de la Fiscalía de la Comunidad Foral de Navarra.

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