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Locuras reales: huertos urbanos, productos ecológicos y chuletones top

Sus historias tienen un poco de sueño, de tesón, de locura y sobre todo de perseverancia. Porque casi todos han oído previamente frases demoledoras como “pero, ¿estás loco?”, y, a pesar de ello, han seguido adelante. Hoy, Javier Zapata, Ana Lafuente y Pepe ‘Chuletón’ pueden contar que han hecho realidad sus proyectos personales y han sido protagonistas en el Día del Emprendedor en La Rioja que se celebra en el Centro Tecnológico de La Fombera.

Javier Zapata, trabajador social de profesión, decidió juntar sus capacidades para la empatía con los demás, con sus orígenes riojanos (es natural de Arnedo) y con ello concebir una idea poco frecuente: la Huertoteca. Ahora su proyecto, que gestiona junto a su socio David, está en marcha en Madrid. Allí realizan huertos a medida, para cualquier espacio que se desee: terrazas, tiestos, etc. “Cualquier sitio es bueno para un huerto, te hace sentir en el campo”, subraya el joven.

Pero no solo lleva a cabo esa tarea, también tienen una rama dentro de la Huertoteca con fines terapéuticos. Así, ponen en marcha huertos en residencias de mayores y centros de discapacitados. “Es una forma de que tomen responsabilidades, de sentirse realizados, y en los mayores en muchas ocasiones de revivir sus orígenes. Hay casos, como el de un señor llamado Marino, que la evolución es espectacular: de llevar diez años en la habitación a salir todos los días a cuidar el huerto”, reconoce Zapata.

Sin embargo, en lo que más ha insistido este arnedano, con un salón lleno sobre todo de jóvenes estudiantes, ha sido en la necesidad de “hacer lo que sea con pasión, cada uno con sus peculiaridades y talentos innatos”.

En busca del trabajo satisfactorio

Junto a él, Ana Lafuente aguardaba su turno. De Albelda, esta joven, titulada en Administración y Dirección de Empresas, dio un vuelco a sus perspectivas profesionales hace algo más de dos años. De la mano de su hermano David, quien es ingeniero agrícola, puso en marcha ‘La huerta de Rizos’, una explotación hortícola en Albelda y Nalda, que utiliza técnicas ecológicas y cuyos productos venden principalmente en su tienda online.

“Ambos queríamos un trabajo en el que nos sintiéramos satisfechos y unimos nuestras pasiones de campo y mundo de empresa”, reconoce Ana. “Es una manera de coger lo que nos han transmitido nuestros abuelos del campo y la agricultura y adaptarlo a lo que hay hoy”, añade.

Al plan inicial de venta por internet, que sigue siendo su actividad principal, se unen nuevas áreas que van incorporando, como los talleres ambientales en el propio huerto con colegios y grupos, las degustaciones ‘de la huerta a la mesa’, o acciones de fidelización como ‘Apadrina un tomate’ comprometiéndose los clientes, a través de una reserva, a su consumo para el año venidero.

“De inicio asaltan los miedos, hay que tomar muchas decisiones y asusta. Pero aunque hubiera que cerrar, solo por lo vivido ya ha merecido la pena, por demostrar que otra agricultura es posible”, concluye.

El tercero en hablar es el que más repercusión tiene empresarialmente. Su marca ha recibido reconocimientos como el de ‘Autónomo del Año 2017’ por la CEPYME: Pepe Chuletón. Este riojabajeño, que tiene su carnicería en Calahorra, es un ejemplo de estudio en tema de éxito de comercio electrónico. Con varias generaciones de familiares dedicados a la ganadería, la matanza, etc, desde 1880, a Pepe le llegó la tarea de reinventarse y vio cómo en la especialización en la maduración de carne de vaca y buey llegaba su oportunidad.

Después surgió el salto a la venta online y hoy es todo un referente nacional en la materia, con 15 tipos de chuletones diferentes, vende incluso en Europa y con un modelo de negocio en el que el 80-90% de su facturación llega por el comercio electrónico.

Pero a pesar de sus miles de seguidores en redes sociales y de sus destacados números de ventas, si algo ha conseguido en su exposición en público es meterse al respetable en el bolsillo con su lenguaje campechano, en ocasiones cómico y sobre todo directo, tocando la tierra con ejemplos reales y consejos asequibles.

Y ha sido precisamente en el plano de esos consejos cuando ha desplegado conceptos clave para él: “Para mí la base del triunfo es saber lo que estás trabajando, hacerlo lo mejor posible, tratar de ser el mejor; pero lo más importante es la actitud y la empatía: es lo que diferencia lo normal de lo que sobresale”, ha concluido entre risas de los presentes, en sus múltiples chascarrillos, como el origen de su pericia con las chuletas. “Ya lo dice mi madre: ‘Esto te viene de tantas chuletas que te hacías en el colegio'”.

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