Firmas

Tribuna de opinión: ‘La alternativa económica para la mayoría’

Por César Luena
Diputado del PSOE en el Congreso

El Gobierno socialista ha presentado recientemente unas líneas generales de la política presupuestaria que pretende llevar adelante, una política en la que se puede comprobar el cambio que Pedro Sánchez quiere imprimir en la dinámica económica nacional.

La alternativa al ajuste por el ajuste, al austericidio, como dio en llamarse a los recortes sociales por sistema y contra el sistema, es una política presupuestaria que, cumpliendo con la estabilidad macroeconómica, ponga a las personas en el centro de los objetivos económicos del Gobierno.

En un artículo reciente en el diario ‘El País’, el economista José Carlos Díez afirma: “Nuestros vecinos portugueses son un ejemplo que confirma que la socialdemocracia sigue viva en medio del virus populista global”.

Bien, en España la socialdemocracia sigue tan viva como en el país vecino, y son el PSOE y Pedro Sánchez quienes se están encargando de que cumpla con su función: garantizar la igualdad y proveer de políticas públicas para que la cohesión social sea la base sobre la que se sustente la convivencia en el marco de la democracia representativa.

Pero, ¿cómo conseguir estos objetivos? Primero, protegiendo el Estado de Bienestar; segundo, reformar la fiscalidad para que vuelva a la lógica de la progresividad, a la lógica de la justicia, para que quien más tenga más pague, y para que las clases trabajadoras y medias salgan beneficiadas; tercero, con unas cuentas públicas saneadas; y cuarto, impulsando el desarrollo de un crecimiento más fuerte, sostenible y competitivo.

Los presupuestos que resultarán de esta nueva política económica una vez, como así espero, la mayoría del Congreso los apruebe, serán la mejor noticia para la sociedad española, después de varios años de ajustes y recortes.

Hablamos de una subida de las pensiones conforme al IPC real, y de una subida de las pensiones mínimas alrededor del 3%. Hablamos de un 40 % de aumento en el gasto de la dependencia y de incremento de 900 euros en el salario mínimo, de la eliminación del copago farmacéutico, del establecimiento del permiso de paternidad a tres semanas o de 150 millones más para becas.

Y como decía el clásico, esto, ¿quién lo paga? El gobierno garantiza la estabilidad de las cuentas a partir de una reforma en el sistema de ingresos. Y lo hace como debe hacerse: subiendo el IRPF dos puntos a las rentas altas de más de 130.000 euros al año y a las ricas de más de 300.000 euros anuales, imponiendo un tipo mínimo a las grandes empresas a través del impuesto de sociedades y protegiendo a las PYMES y a los autónomos. Quien diga que a la pequeña y mediana empresa y a los autónomos se les van a subir los impuestos, sencillamente miente. O como ahora se dice, propaga fake news, noticias falsas. Que miente como un bellaco vaya.

En resumen, el presidente está impulsando una alternativa económica que va a beneficiar a la mayoría de la sociedad, algo que, por cierto, es lo que estaba esperando una mayoría también de los españoles.

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