Si en el mundo del vino el terruño lo es todo, Remírez de Ganuza ha vendimiado esta semana su viñedo más singular. Tanto, que resulta más fácil encontrar una aguja en un pajar que otra plantación de viñas a cien kilómetros a la redonda.
La bodega de Samaniego ha desarrollado su vendimia más ‘VIP’ a 350 kilómetros de sus instalaciones alavesas: en pleno barrio de Salamanca de Madrid y con la americana puesta. Porque el enclave en el que han crecido los 150 kilos de uva viura, garnacha y tempranillo no es otro que la azotea del hotel Wellington, de cinco estrellas.
Hace algo más de dos años, en la primavera de 2016, el establecimiento y la bodega impulsaron el proyecto para implantar los viñedos en el jardín del hotel bajo la supervisión del ingeniero agrónomo José Ramón Lissarrague, que será el encargado de elaborar los vinos de esta primera cosecha tras haberlos plantado en parral, vasos y espaldera.
Esos 150 kilos de uva se transformarán en diez botellas Magnum que se subastarán el próximo mes de enero, durante la gala benéfica de la Fundación Wellington.
El @HotelWellington junto con la @RemirezdeGanuza, crearon el año 2016, un proyecto único: el primer #viñedo urbano en la azotea de un hotel. Este otoño, se produce la primera vendimia de la que se extraerán 10 Magnum que serán subastadas con fines solidarios.
📹 @conchacrespo pic.twitter.com/LjC772gKKH— Carlos Aguila (@Carlos7alella) 4 de octubre de 2018
