Cultura y Sociedad

Jorge Javier: “Le temo a la Laurel, vivo permanentemente a dieta”

Jorge Javier regresa con el musical ‘Grandes éxitos’ y nos atiende antes de llegar a Logroño

FOTO: Javier Naval / Laboratorio de la Voz

Jorge Javier Vázquez es uno de los rostros más reconocibles del país. Quien más, quien menos se ha plantado alguna vez frente al televisor para ponerse al día de la farándula patria. En ‘el Tomate’ o en Sálvame, no se puede negar que es el gran artífice de la revolución en la prensa del corazón y de llevar su influencia a otras tertulias deportivas e, incluso, políticas.

Cuando no se desvive para poner orden entre los colaboradores más despiadados, se afana en dejar su huella en el universo teatral. Tras ‘Iba en serio’, con trazas autobiográficas, Jorge Javier regresa a los teatros con otro musical, ‘Grandes éxitos’, que llega al Bretón de Logroño este domingo.

-¿Qué cree que aporta esta nueva obra que no lo hicieran sus anteriores propuestas?

-Siempre me gusta arriesgar un poquito más en cada nuevo proyecto que emprendo y ahora damos un paso adelante llevando cuatro músicos en directo que le aportan un plus tremendo al espectáculo. Somos ocho personas encima de un escenario y llevamos una producción de luces y sonido cuidadísima; creo que la gente se lo va a pasar muy bien.

-¿Se afronta de diferente modo después de haberse desprendido del miedo a ponerse frente al patio de butacas por primera vez?

-Lo cierto es que disfruté desde el primer momento con ‘Iba en serio’, pero en esta lo estoy haciendo mucho más porque la respuesta del público está siendo extraordinaria y no ha habido ni un solo teatro que hayamos visitado que no haya acabado con el público puesto en pie.

-Vuelve a cantar en público en esta obra, empieza a parecer una profesión frustrada.

-Yo creo que cantar es algo que nos gusta a todo el mundo y tener la oportunidad de hacerlo en un teatro, con cuatro músicos de primera línea detrás, te da un chute de alegría brutal. ¿Profesión frustrada? Por supuesto, tengo clarísimo que me hubiera encantado ser artista desde pequeño, pero no tuve la valentía para dar el paso y formarme para ello.

-¿Es más difícil subir a las tablas de un teatro o manejar el cotarro en Sálvame?

-¿Sabes qué pasa? Que manejar Sálvame no es tan complicado porque llevamos ya diez años y nos conocemos mucho. Somos como esas parejas que saben qué tecla tocar para evitar que estalle un conflicto, aunque aun así se producen, también como en las parejas. De todos modos, aprendes a desactivarlos y a evitar que la sangre llegue al río.

-No en vano, siempre se ha dicho que en la tele hay mucho ‘de teatrillo’.

-En Sálvame no lo hay. Sería imposible organizar un guion. No habría guionistas ni presupuesto para que todo se ciñese a un patrón prestablecido; Sálvame funciona porque es verdad.

-¿Es de quienes se obsesionan con la crítica del día siguiente o de quienes no llegan ni a ojearla?

-Cada vez soy menos de extremos, aunque a veces hay críticas escritas antes de que hagas nada y es algo que con la edad aprendes a detectarlo. Supongo que es lógico; después de tantos años saliendo en la tele asumes que no puedes gustarle a todo el mundo. Me faltan dos años para cumplir los 50 y tengo claro que a quien le gusto le seguiré gustando y viceversa.

-Ya vino a Logroño con ‘Iba en serio’, ¿qué impresiones se llevó del público riojano?

-Estuvimos encantados porque llenamos el Bretón los dos días; ojalá que repitamos ahora. Recuerdo al público con muchísimo cariño porque se nota que está acostumbrado a ir al teatro y se muestra cómplice con las propuestas. Me siento muy afortunado de estar conociendo teatros preciosos en España, entre los que incluyo por supuesto al de Logroño.

-¿Le dio tiempo entonces a perderse por la ciudad?

-El año pasado no me quedé en la capital, pero este sí que quiero perderme un poco por Logroño. El problema es que estoy permanente a dieta y le tengo cierto miedo a la calle Laurel (risas).

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