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Territorio de pasiones extremas

El Calahorra celebra con una victoria (2-0) el desgaste, el miedo y la inseguridad de la UD Logroñés

El desgaste existente es visible. El miedo se ha instalado en la materia gris de un equipo que ha dejado de pensar. La inseguridad ha enraizado en un grupo que se muestra dividido dentro y fuera del terreno de juego. El desgaste, el miedo y la inseguridad son enemigos íntimos del fútbol, que en cuanto aparecen acaban hasta con el mayor de los deseos: que un joven entrenador riojano, ex jugador de la entidad y surgido de la cantera como entrenador logre situar al fútbol de Logroño en Segunda.

Con tres puntos de quince posible, en puestos de descenso a Tercera, tras caer en La Planilla por 2-0 y con desagradables incidentes fuera del estadio entre jugadores y aficionados visitantes, la crisis blanquirroja está creciendo hasta límites insospechados justo la temporada en la que más ilusión se había generado. Se duda de todo y de todos. Nadie parece salvarse de la quema. Y la cuestión es que, tras la justa victoria del Calahorra en el derbi riojano, no se ve final claro para esta historia que torna a drama.

En el minuto 70 se produjo el primer disparo a portería de los riojanos. Fue tras una gran jugada colectiva de los visitantes, a la que Marcos André puso fin estrellando el balón contra la cepa del poste. En la siguiente, el Calahorra de Rodrigo destrozó la banda derecha blanquirroja para dejarla en evidencia, para poner de manifiesto su enorme calidad y confianza y dejarle a Adrien Goñi un centro a la cabeza que el ex de la UD Logroñés se encargó de alojar en la portería.

El 2-0 ya estaba puesto en el marcador. Y la UD Logroñés solo hizo que desdibujarse poco a poco, para acabar el partido dividida, desunida, asustada, sin reacción para seguir colándose por el sumidero de las miserias balompédicas. Imposible peor final a un ciclo que sin duda parece agotado. Sergio Rodríguez y su equipo no sorprenden a nadie. Todos los rivales les conocen a la perfección, y por eso no ganan a nadie y pierden contra casi todos. Más cuando enfrente se sitúa un equipo como el Calahorra, que está precisamente en lado contrario del fútbol. No sufren de desgaste, no tienen miedo, juegan con arrojo y su seguridad en lo que hacen resulta extraordinaria de contemplar. Ubis mostró que puesto a hacer daño, mejor uno de casa. Marcó el primero en el descuento del primer tiempo, y como las historias a veces son perfectas, Goñi (otro ex) hizo el segundo. La herida resultaba cruenta, brutal…

El fútbol, por fortuna, es un territorio de pasiones extremas. Uno gana porque otro pierde. El asunto es reconocer cuanto antes por qué se gana y por qué se pierde. Y la UD Logroñés de Sergio Rodríguez no encuentra salida posible para mejorar los resultados. Empezó empatando sus partidos y ahora ya los pierde. No marca ni una en la portería contraria y los rivales no solo les superan sino que lo hacen con bastante comodidad. El Calahorra lo acierta todo, lo juega todo, le sale todo, y hacen que para ellos lo de la fiesta del fútbol riojano haya sido una historia perfecta. Cosas del fútbol.

Ficha

Calahorra: Zabal; Yasin, Javi Barrio, Cristian (Javi Duro, min. 73), Morgado; Parla, Cárdenas; Auzmendi (Barcina, min. 81), Goñi, Rodrigo; y Ubis (Gabri Ortega, min. 61).

UD Logroñés: Miguel; Santos (Víctor López, min.72), Caneda, Bijimine, Juan Iglesias; Rayco, Andy, Salvador (Borja Sánchez, min. 83), Rubén Martínez (Ander Vitoria, min. 67); Olaetxea y Marcos André.

Goles: 1-0, min. 45+1: Ubis. 2-0, min. 72: Goñi.

Árbitro: Aimar Velasco Arbaiza (Colegio vasco). Amonestó a los locales Javi Barrio (min. 22), Parla (min. 77) y Morgado (min 87) y a los visitantes Olaetxea (min. 28), Andy (min. 85) y Rayco (min. 87).

Incidencias: unos 2.800 espectadores en La Planilla.

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