“¿Pero qué estamos, en Logroño o en Londes?”. Ha sido una de las frases más repetidas en la mañana de este miércoles, en la que más de uno ha dudado entre celebrar San Mateo o Saint Matthews. La capital riojana ha amanecido con un denso manto de niebla que ha cubierto las zonas aledañas a la ribera del Ebro.
Pero ¿por qué se produce este fenómeno? La respuesta la tiene la ‘inversión térmica’. Vamos, que hace más frío en el valle que en la montaña y, como no sopla el viento, no se mezclan las diferentes capas de aire y el frío de la noche se acumula en el fondo del valle; al haber mucha humedad, el aire se condensa y se forma la niebla.
Pero que haya tranquilidad. Conforme avancen las horas del día y el sol caliente el ambiente la niebla desaparecerá y no tendrás que cambiar el zurracapote mateo por el té de las cinco de la tarde.
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